¿Te ha pasado alguna vez, que te has enamorado de varias agendas y no has podido evitar comprarlas todas?
Si es tu caso, el post de hoy te encantará (dedicado a todas las agenda-adictas)
No sé qué tienen las agendas (y la papelería en general) que engancha (y mucho). Todos los años me enamoro de al menos una agenda, planner o diario. Pero el problema viene cuándo alguna casa de papelería o cosas bonitas publica otra agenda, me vuelvo a enamorar, y termino cayendo con unas cuantas más.
Hasta ahora podía controlar un poco mi “ansía” de agendas (que más bien creo que en el fondo es un deseo de tenerlo todo muy bien planificado y organizado) gracias a que, tras diseñar y fabricar la Agenda MultiApasionada, digamos que me sentía un poco culpable por comprar otras agendas (aún así todos los años caía alguna para usarla como diario).
Imagínate durante el último año en el que he tenido la tienda online de papelería y agendas bonitas. Entre las que pasaban por mis manos y las que compré para testear y ver su utilidad y calidad, me he encontrado con más de 10 modelos de agendas en mi escritorio.
Total, que después de darle muchas vueltas, he decidido escribir este post y compartir contigo algunas opciones para que puedas aprovechar al máximo esas agendas y diarios de más, que caen en tus manos todos los años.
Pero antes de nada, vamos a comenzar por el principio:
Una buena agenda-adicta que cae rendida ante los cantos (cual sirena) de todas las agendas bonitas que pasan por delante, ha sufrido (o sufre) alguno de estos tres casos:
En el 99% de los casos, seguro que has terminado sufriendo los dos primeros casos. Unido además al GRAN sentimiento de culpabilidad que sientes por:
Total, que todos los años te prometes que esto tiene que cambiar y no lo vas a volver a hacer… (por supuesto, en el fondo sabes que no va a ser así).
Así que con este post quiero ayudarte a que aprendas a aprovechar y utilizar todas las agendas que tienes sin empezar por los cajones o estanterías de casa (y todas las que te compres nuevas este año). Échale un vistazo al vídeo o sigue leyendo.
Pues sí, lo más obvio suele ser la opción para la que ha nacido este maravilloso objeto que tanto nos enamora a las agenda-adictas: para gestionar tu tiempo y planificar tus objetivos.
Tanto para esta opción como para las demás, hay un truco que motiva mucho a sentarte cada semana a trabajar en tu agenda. Y es decorarla.
Puede parecer una tontería, pero dedicar unos minutos (al menos una vez a la semana) a “jugar” con tu agenda te ayuda a organizar tus ideas y establecer tus prioridades. Aunque sólo sea para llenar sus páginas y que no se quede tan vacía, te estás obligando a ti misma a decidir qué cosas hacer cada día. Luego ya está la segunda fase de si las haces todas o no, pero decorando tu planner todas las semanas ya verás como poco a poco se irá traduciendo en una mejor planificación.
Si no sabes ni por dónde empezar con el tema de la planificación, porque nunca ha sido tu fuerte (o eso te haces creer a ti misma para no sentirte culpable por no saber aprovechar mejor tu tiempo), te invito a que le eches un vistazo al Método de la Agenda MultiApasionada (que además cuenta con un montón de vídeos en los que te enseño mil y un trucos súper útiles para que consigas organizarte de manera más eficiente, priorizar tus tareas con éxito y lograr todos los objetivos que te propongas).
Para planificar tu blog, tu trabajo,… En definitiva, una buena alternativa es utilizar tu agenda de manera temática (en función de tus áreas de trabajo o actividades). Por ejemplo, como Agenda sólo para las cosas relacionadas con tu Blog.
Una buena opción para nuestra mente creativa y multiapasionada es utilizar un planner. Es decir, esas carpetitas de polipiel tan bonitas que tienen anillas que pueden abrirse para añadir los recambios (o decoración) que te sean más útiles en cada momento.
¿Qué podrías apuntar en tu blog planner? Pues todas estas opciones:
¡Ya ves que hay mil opciones!
Esta opción es perfecta para recuperar esas viejas agendas que se quedaron sin empezar años anteriores.
Utiliza tu agenda para dedicarte unos minutos a ti cada día. Ya sea para anotar tus reflexiones diarias, cómo ha ido el día o para realizar tus páginas matutinas.
Te ayudará a organizar todas tus ideas al sacar fuera todo aquello que te atormenta y todos tus pensamientos (sean del tipo que sean). Además, está demostrado que realizar este ejercicio cada día te ayuda también a aumentar y mejorar tu creatividad de manera exponencial.
Una opción similar a la anterior (pero no igual), es escribir diariamente en tu diario o agenda aquellas cosas que agradeces cada día y todo lo que te ha hecho feliz ese día concreto.
Te ayudará a darte cuenta que siempre hay algo por lo que vale la pena luchar (sobre todo en los momentos más difíciles) y te ayudará a ser consciente de todo lo bonito que hay en tu vida y en tu día a día.
Porque los pajaritos de tu cabeza se merecen un sitio en el que poder quedar registrados y repasados de vez en cuándo.
¿No te ha pasado alguna vez que se te ocurre una idea increíble y, al no escribirla, terminas olvidando de qué se trataba? Pues teniendo siempre a mano una agenda chiquitita, podrás ir corriendo a apuntarla siempre que un pajarito haga pío-pío por tu mente.
Si además utilizas una agenda tipo check-list, podrás ir tachando todas aquellas que termines llevando a cabo con el tiempo.
Mi recomendación, además, es que repases tu Diario de Ideas de manera periódica (una vez al mes por ejemplo) o siempre que estés baja de inspiración.
Si eres como yo, que parece que tienes un agujero en los bolsillos por donde se te van escapando todos los céntimos, necesitarás (sí o sí), un medio en el que llevar un poco de control de tus ingresos (y sobre todo tus gastos). Puedes utilizar un kakebo o usar una de esas preciosas agendas que has comprado (o compraste).
¿Y qué puedes apuntar?
Lo hagas en una agenda, en un cuaderno o en tu móvil. Esta opción es un IMPRESCINDIBLE en tu día a día. Sobre todo:
Si te identificas con alguno de estos casos, comienza desde ya a escribir tu Diario de Logros. Y si eres de las que llevas años dándote cuenta de lo que vas consiguiendo cada día, es una manera de felicitarte por el buen trabajo realizado.
Tal y como te decía en el título de esta opción, aquí van los logros diarios grandes y pequeños. Es decir, no hace falta tener que ganar un Pulitzer para escribir en tu diario. Con algo tan pequeño (y que puede ser muy importante para ti), como haberte conseguido levantar de la cama a la primera, lograr escribir y publicar tu post semanal, resistir a la tentación de comprar esa tableta de chocolate (que tan poco aman tus caderas y tanto tu estómago) o acordarte de regar las plantas, valen muchísimo más la pena que haber conseguido un logro grande (que suelen ser más bien poquitos a lo largo del año).
Así que fuera esa sensación de que no haces nada bueno ni consigues nada de lo que te propones y comienza a escribir tu Diario de Logros.
Mi consejo es que lo revises al menos una vez al mes y así consigas ser consciente de todos esos pequeños pasitos y logros que vas dando cada día hacia una vida más feliz y más segura de ti misma.
Esto es super útil si tienes tantas reuniones a lo largo de la semana que terminas por mezclar y olvidar lo que acordaste en cada una de ellas.
Ideal para profesionales como fotógrafos, wedding planners, comerciales, y bloggeras con miles de colaboraciones.
Apunta cada día la reunión (o reuniones) que hayas tenido y ten todo bajo control:
¿Estás realizando una dieta? ¿Necesitas controlar tu alimentación por alguna cuestión médica?
Utiliza una agenda que puedas llevar siempre contigo para apuntar todos tus alimentos y comidas diarias. Te ayudará a establecer o identificar patrones de tu alimentación (como aquellos que te dan alergia, que te sientan mal, lo que te suele apetecer cuándo picas entre horas, etc).
Y te servirá también para darte cuenta de si realmente tu dieta es tan sana como crees (y dónde está el culpable de esos kilillos de más que se van acumulando debajo del ombligo…)
Para apuntar lo que realmente has hecho cada día (vs lo que tenías planificado), pero con aspectos más generales de tu vida. Como por ejemplo:
En resumen, como ves opciones hay muchas para utilizar todas las agendas que te compras (o que has ido comprando los últimos años) para eliminar esa sensación de sentirte culpable por no haberlas aprovechado. Y para sentirte orgullosa además, de ser una Agenda-Adicta total.
Espero que te hayan gustado estas ideas. ¿Se te ocurre alguna más? (¡me encantaría que me la contarás en el apartado de comentarios!)