Muchas veces me he sentido frustrada, culpable, por tener mil ideas en la cabeza y soñar con llevarlas todas a cabo. El problema es que casi todas las veces que he comenzado a hacer realidad alguna de esas ideas, he terminado por desmotivarme y dejarlas a mitad. Así, sin razón aparente.
Al igual que con el ciclo de nuestras pasiones, la euforia de comenzar un proyecto nuevo se esfuma pasado un tiempo. No entiendo muy bien porqué, pero algo pasa que hace que termine aburriéndome o sintiendo pereza por seguir.
El fin, es siempre el mismo: dejar las cosas a mitad.
Esto es algo que nos puede ocurrir muchas veces, no siempre tenemos porque terminar todo lo que empezamos. El problema reside cuando comenzamos a que la cantidad de proyectos inacabados supera a la cantidad de proyectos terminados.
¿Qué está ocurriendo?
¿Cómo te afecta?
A mí, por lo menos, me paraliza, me desmotiva y me hace sentir en cierta manera fracasada o que algo está fallando.
¿Estaré eligiendo correctamente los proyectos que empiezo? ¿En qué me estaré equivocando?
¿A ti también te pasa?
¿Sientes que es una historia que siempre se repite? ¿no sabes cómo ponerle solución?
He estado buscando causas y soluciones por internet y esto es lo que he encontrado.
Esta es la causa más común. Al igual que nos pasa cuando descubrimos una nueva pasión, nos cegamos, no podemos dejar de pensar en otra cosa. Ese nuevo proyecto que vamos a comenzar nos parece igual de maravilloso, nos hace sentir mariposas en el estómago.
Todo parece muy bonito al principio y, tanto es así, que no nos fijamos en lo que se esconde realmente detrás: Los obstáculos, las piedras del camino, los “peros” de ese proyecto.
El problema es, como en cualquier relación, cuando comienza a desvanecerse ese halo inicial que trae el enamoramiento y comienzan a aflorar los inconvenientes del proyecto: cuando nos topamos con ellas, nos rendimos. Realmente no es lo que íbamos buscando. Así que lo abandonamos.
En parte está un poco relacionado con la causa anterior: nos volvemos adictas a la primera fase del proyecto, la bonita, la llena de ilusiones.
¿Conoces a alguna persona que siempre va saltando de una pareja a otra tras sólo unos meses de relación? Pues seguramente le ocurra lo mismo.
No queremos caer en la rutina, llegar a la parte aburrida, así que preferimos dejarlo en este punto y buscar un nuevo proyecto que nos haga mantenernos en la ilusión de comenzar algo nuevo.
Esto suele ocurrir cuando has triunfado con algún proyecto anterior. Sientes que has dejado el listón tan alto que va a ser difícil conseguir el mismo nivel de resultados. Y, si no lo ves claro, optas por la solución más fácil: abandonas, antes que fallar.
Otra de las causas, cuando te haces dudar a ti misma constantemente: ¿es lo suficientemente bueno? ¿y si no les gusta a los demás? Dependes tanto de la opinión de los demás que se instala la inseguridad en ti, en tu cabeza y en tu proyecto. Comienzas a dudar y al final optas por el mismo camino que en el caso anterior: vuelves a decir dejarlo en ese punto antes que hacer algo que no sea del todo bueno o que te haga sentir fracasada ante los demás.
Piensa en todas las veces que has empezado y dejado a mitad algún proyecto o idea. Seguramente haya algún patrón del que no estás siendo consciente.
Prueba a escribir en un cuaderno todos esos proyectos inacabados y ahora responde para cada uno:
¿Aprender chino en un mes? ¿Ordenar toda la casa en un fin de semana? Quizás no estás estableciendo los plazos adecuados para llevar a cabo esos proyectos. Sé realista y consciente que las cosas se consiguen pasito a pasito. No intentes saltarte ninguna fase del proceso ni quieras correr demasiado.
Establece un plan para conseguirlo, define los pasos que tienes que seguir para conseguirlo y desglósalos o divídelos en los mini-pasos más pequeños que puedas dar (aquí te enseño cómo).
Si la respuesta no es un “¡¡¡SÍ!!!” rotundo, ni te molestes en perder el tiempo con él. Si comienzas algo que no te remueve todo por dentro, será muy difícil mantener la motivación que te ayudará a superar obstáculos, aguantar si se alarga más de lo esperado y trabajar lo que haga falta para llevarlo hasta el final.
Si sientes que estás medio motivada pero no terminas de sentir esa pasión que no te deja dormir por las noches, también puedes probar a informarte un poco sobre el tema antes de lanzarte a la piscina del todo, hacer algún curso, hablar con alguien que esté en el punto al que te gustaría llegar con ese proyecto… Si la cosa no te convence, mejor no empezarlo. Sin embargo, si con lo que has probado o visto sientes que comienzas a apasionarte, es buena señal. ¡Igual vale la pena intentarlo!
¿Cuál es la razón por la que comenzaste con ese proyecto? Realiza un moodboard o tablero inspiración en el que crees un collage con imágenes, citas, texturas, … cualquier cosa que te recuerde a cómo será tu vida o te gustaría que fuese cuando hayas terminado ese proyecto. Tenlo siempre a mano, intenta verlo todos los días y recurre a él siempre que sientas que la pasión disminuye para recordarte porqué comenzaste y te comprometiste a hacerlo.
Éste por ejemplo, es el que hice antes de comenzar con el blog y verlo me ayuda mucho a mantener el foco en el fin que deseé al principio:
Ya lo vimos la semana pasada. Evita que se convierta en una excusa para no terminar las cosas. Si nunca es lo suficientemente bueno para ti o siempre se te ocurren excusas para no terminar un proyecto, échale un vistazo al post de la semana pasada para ver cómo puedes solucionarlo.
Comprométete contigo misma. Si dijiste que terminarías el proyecto en 3 semanas, cumple tu promesa y no caigas en la tentación de ponerte a hacer otra cosa y dejar ese proyecto para otro momento. No subestimes el poder de una satisfacción temporal por la satisfacción de haber terminado algo con lo que te habías comprometido contigo misma. La diferencia es brutal.
Trabajar bajo presión es sinónimo de conseguir unos peores resultados. Si vas dejando las tareas del proyecto para más tarde y al final se te acaba el plazo marcado, tu cabeza no rendirá igual y además no trabajarás a gusto. Hacer las cosas sin pasión es la peor manera de trabajar.
¿Qué has estado procrastinando y haciendo otras actividades “más apetecibles”? Apárcalas a un lado y vuelve a poner en marcha la maquinaria. Coge una tarea cualquiera del proyecto y ¡ponte con ella!
Si te has marcado una serie de pasos para hacer un proyecto y te apetece hacer uno antes que otro, sin seguir el orden lógico establecido. ¡Hazlo! He leído que es una manera muy efectiva para sentirte siempre motivada ya que siempre vas a hacer lo que te apetece hacer en ese momento, sin que tenga que ser necesariamente: paso 1, luego el 2, luego el 3…
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Cómo ves, soluciones hay muchas. ¿Sufres de este bloqueo? ¿Te animas a buscar tu patrón de abandono?
Yo, la verdad, me siento un poco cansada de estar dejando siempre todo a medias y me gustaría comenzar a llevar a cabo alguna de mis ideas y sueños. He elegido el proyecto de transformar mi casa en un hogar, que dejé a mitad a principios de año.
¿Te unes? ¿Qué proyecto de los que tienes a medias te comprometes a terminar?
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* El Plazo para conseguir el Bundle termina el 18 de Diciembre de 2018.