Muchas me preguntáis cómo soy capaz de hacer tantas cosas, de dónde saco el tiempo, que a ellas se les escapa de entre las manos sin darse cuenta…
Hoy me gustaría contarte cómo tengo organizada mi rutina diaria y cómo es mi día a día antes de la llegada de los bebés por si te pudiera ser de utilidad. No sé cómo va a cambiar mi vida después de ser madre. Imagino que como todas las que ya lo sois decís: te cambia por completo, así que estoy intentando aprovechar al máximo el tiempo que me queda “para mí” antes de que mi tiempo se convierta en “tiempo para ellos”.
Lo primero que quiero contarte es que establecer una rutina diaria no ha sido nada fácil. Las primeras semanas después de que me concedieran la baja fueron bastantes caóticas: sentía que tenía todo el tiempo del mundo y, a la vez. tantas cosas que me gustaría hacer, que iba picando de una cosa a otra, perdida, como un pollo sin cabeza.
Seguro que muchas estáis experimentando esa sensación durante vuestras vacaciones: cuando trabajas, te pegas tanto tiempo pensando en toooodas las cosas que harías si no estuvieras trabajando, que cuando llega el momento estás un poco (o bastante) abrumada sin saber por dónde comenzar. Total, que se pasan los días y para cuando empiezas a organizarte mentalmente, se te han pasado las vacaciones.
El primer paso para evitar esta situación, y conseguir establecer una rutina que te ayude a ir consiguiendo todas esas cosas que quieres hacer, es sentarte, coger papel y boli y ponerte a escribir.
Yo comencé escribiendo todas las cosas que me gustaría hacer durante el período pre-babies: ordenar la casa, terminar de decorar todas las habitaciones que tenía pendientes, diseñar la agenda 2016, escribir y dejar programados todos los post del blog (de aquí a diciembre), retomar las redes sociales, leer post de mis blogs favoritos atrasados, preparar las cosas de los bebés, su cuarto, leer un montón de libros, hacer los cursos pendientes, tener la casa limpia, ir a la piscina, …
No sólo quería preparar todo para la llegada de los bebés sino que además soñaba con terminar todos los objetivos que me había marcado para 2015 (y que llevaba arrastrando desde enero). Todo ello en 3 meses y medio.
Tenía que ser realista y reducir el listado a lo que realmente me iba a dar tiempo a hacer para luego no frustrarme. Si también te pasa, este paso es fundamental. Cómo hemos ido viendo en el Reto Zen to Done la mejor forma de que un MultiApasionado logre conseguir sus objetivos es focalizar y centrarse en un máximo de 3 simultáneos (aunque yo diría, mejor de 1 en 1).
Después de darle muchas vueltas al coco, reduje mi lista de OBJETIVOS antes de la llegada de los bebés a éstos:
Con esos cuatro, ya me puedo sentir satisfecha (que no es poco). El tercero estoy haciendo todo lo posible por cumplirlo pero voy a ser flexible ya que mis bebés pueden venir al mundo en cualquier momento a partir del 7º mes (que precisamente cumplo hoy). Así que si me da tiempo bien y si no, pues no pasará nada.
Con esto qué quiero que aprendas: que tienes que ser muy flexible cuando te marques objetivos. Muchas veces surgen pequeños imprevistos en el camino o hay que dar más pasos de los que tenías planificados en un principio, por lo que no hay que obsesionarse con el objetivo final. Si te centras en los pasos que vas dando y, llegado un momento, no puedes avanzar más, mira hacia atrás y sé consciente de todo lo que has recorrido hasta llegar a ese punto. Esa será tu recompensa y lo que te dará fuerzas para seguir cuando toque retomar el camino.
Una vez tienes tus objetivos definidos, toca establecer una rutina diaria. Es la única manera de conseguir ser productiva cuando se tiene tanto tiempo por delante (¡y más aún cuando no se tiene nada de tiempo!). Aquí, lo mismo de antes. También hay que ser flexible: hay veces que conseguirás una rutina productiva a la primera y otras te tocará ir moviendo tareas de franja horaria hasta que se ajuste al mejor ritmo para ti.
07:20 – 07:30h Suena el despertador y toca levantarse.
07:30 – 08:15h Si conseguido dormir por la noche, aprovecho a dar un paseo con Lúa y el resto de la “manada perruna”. Diría que es el mejor momento del día, ese paseo por el campo disfrutando de ver a Lúa jugando con otros perros y compartiendo el tiempo con los dueños del resto de la manada. Me ayuda a despertarme y a activarme y llenarme de energía para el resto del día.
08:15 – 09:00h Mi rato para un desayuno sano (y digamos también que es tiempo para mí). En estos minutos aprovecho para descansar del paseo (con el embarazo me canso un montón) y aprovecho para leer el correo, visitar Unroll.me para ver los newsletter del día y, casi siempre, perderme un poco por facebook e instagram.
Me marco una hora límite de descanso: las 9h, ya que si no acabaría media mañana perdida por internet y las redes sociales sin hacer nada. Así que lo intento cumplir a rajatabla.
09:00 – 09:15h Es el momento de sentarme con mi Agenda MultiApasionada y marcar mis tareas diarias. Siempre un máximo de tres, como recomienda el Reto Zen to Done: las 3 tareas más importantes (MIT’s) que voy a realizar cada día. En una libreta aparte tengo desglosados todos los pasos que necesito para lleva a cabo mis objetivos, así que lo que suelo hacer es coger un paso y trasladarlo a la Agenda cada día. De esa manera me aseguro que todos los días voy haciendo algo para conseguir lo que me he propuesto.
09:15 – 09:30h Si tengo algún correo, intento responderlo lo primero de todo. Es la mejor manera de no ir retrasando y retrasando esta tarea por estar cansada después de hacer esas 3 tareas del día. No siempre lo consigo, ya que si me siento muy productiva aprovecho esa energía para ponerme a hacer cosas lo antes posible.
09:30 – 11:00h Si no, normalmente hacia las 9:30 es cuando me siento por fin a trabajar en mis objetivos diarios. Es el momento de esconder el móvil y ponerlo en modo vibración para que ninguna distracción me tiente a dejar lo que tengo que hacer. Suelo aguantar una hora y media antes de que el cuerpo (y la mente) me pidan un descanso.
11:00 – 11:30h Rato de descanso. Suelo aprovechar para almorzar y echarle un vistazo al móvil. Según el día, aprovecho este rato para hacer alguna tarea del hogar, leer/preparar algún tema para los mellizos o hacer algún recado.
11:30 – 13:00h Desconecto el móvil y vuelta a los objetivos diarios hasta la hora de comer.
13:00 – 13:30h Toca parar para hacer la comida. Si la acabo pronto, aprovecho hasta la hora de comer para seguir haciendo los objetivos marcados para ese día o alguna tarea doméstica.
13:30 – 14:30h ¡A comer!
14:30 – 15:30h Otro de los buenos momentos del día: la siesta. Imprescindible por lo poco que duermo últimamente. Si no recargara las pilas este rato, por la tarde no podría hacer nada.
15:30 – 16:45h Vuelta a los objetivos diarios.
17:00 – 19:00h Último bloque de trabajo según el día. Si he acabado todos mis objetivos de ese día, me doy un premio y aprovecho este rato para ir a la piscina. Si me queda algo pendiente, sigo trabajando hasta las 19h.
A partir de las 19h me obligo a terminar mi jornada de trabajo (es decir, a apagar el portátil) y comenzar a dedicar tiempo para mí y la familia. Desde que estoy más tiempo en casa, una de las primeras decisiones que tome fue que no quería seguir estando hasta las tantas preparando cosas del blog o navegando por internet. Si lo sufres porque tu horario de trabajo no te permite otro rato para conectarte, de verdad te recomiendo que descanses al menos 2-3 días a la semana para no desconectarte del mundo que te rodea.
Un último paseo con Lúa antes de preparar la cena y a descansar hasta el día siguiente.
Los fines de semana se repite todo el proceso hasta la hora de comer, tanto los sábados como los domingos. Aunque los sábados suelo aprovechar para hacer tareas más creativas o manuales y los domingos para tareas del hogar y avanzar en el tema de preparar las cosas de los mellizos. Las tardes son sagradas: es tiempo para estar con los amigos y disfrutar de la familia.
Como ves, tiempo productivo de trabajo suelen ser unas 5 a 7h al día entre semana y 5 horas los fines de semana. Entre 35 y 45 horas semanales. No quiere decir que todas esas horas sean 100% productivas, sino que intento verlo como el tiempo del que dispongo cada semana para sacar adelante mis objetivos.
Cuando estaba trabajando a jornada completa saque el mismo ratio para ver de cuánto tiempo disponía a la semana. Y el resultado fue 1:30h/día entre semana y 5h los sábados y domingos. Esto fue durante el período en qué saqué la Agenda el año pasado. Cómo se me quedaba corto el tiempo entre semana, opté por sacar tiempo de dónde se pudiese y comencé a levantarme a las 6:30. Eso me ayudó a conseguir al menos 1 hora más cada día.
Trabajes o no, te recomiendo que hagas este ejercicio, el de calcular el tiempo real del que dispones a la semana para conseguir tus objetivos. Tendrás que tener en cuenta el tiempo que gastas en trabajar, dormir, comer, hacer las tareas del hogar, ir a comprar, tus inamovibles (tiempo para ti, con la familia, amigos, pareja, …), etc. Sólo así te darás cuenta:
Espero que mi rutina diaria y mi experiencia te ayude a poder establecer la tuya y poder sacar ese tiempo de debajo de las piedras que tanto deseas.