Con este post despido la serie especial sobre los bloqueos más comunes de los que te he ido hablando las pasadas semanas. Si te has perdido alguno, hemos hablado:
He querido dejar este último bloqueo para el final, ya que fue el que dio origen a todos estos post a principios de año. Tras el lanzamiento de la Agenda MultiApasionada algo cambio. Me sentía bloqueada, la creatividad se había esfumado de repente y, del día a la mañana, el caos se había vuelto a instaurar en mi vida.
No entendía qué estaba pasando. El lanzamiento de la agenda había sido todo un éxito: 3 ediciones, casi 200 aventureros habían elegido cambiar sus vidas y yo, en vez de sentirme alegre y feliz me sentía triste, perdida y con ganas de esconderme de todo. En el fondo sospechaba lo que podía estar pasándome, pero no era capaz de reconocerlo o no podía creérmelo. La historia se estaba repitiendo, ya había pasado por esos sentimientos unos meses atrás con mi anterior proyecto, La Boda de tus Sueños, y me invadía el miedo a que el fin de este proyecto pudiera ser el mismo que fue entonces.
Ponerle nombre a los sentimientos, problemas y emociones que tenemos y sufrimos en nuestro día a día ayuda mucho, ya que te da pie a plantarle cara y buscar una solución.
En mi caso, la persona que le puso nombre a toda esa vorágine de sensaciones que estaba sintiendo fue Clara, de Pearl Knitter (a la que pudiste conocer un poco más de cerca la semana pasada). Clara llegó a mi vida como caída del cielo y me escribió un email contándome que sabía exactamente por lo que estaba pasando, que ella también lo había sufrido y que se consigue salir. Y lo mejor de todo, puso un nombre al mal que sentía:
Desde entonces he estado investigando por internet y he descubierto que es un tipo de bloqueo que sufre muchísima gente. Más, incluso, que los que sufren miedo al fracaso.
También he visto que pueden darse DOS TIPOS de bloqueo relacionados entre sí:
Los psicólogos dicen que de puertas para afuera puede confundirse con el miedo al fracaso pero en realidad, en la mayoría de los casos lo que se esconde detrás es miedo al éxito.
Un ejemplo del primer caso sería una persona que se pega toda la vida trabajando duro, es eficiente y la mejor en su campo. Llega un día en el que sus jefes deciden ofrecerle llevar un proyecto muy importante, saben que es la mejor para el puesto. Sin embargo, llegado el momento, nuestro protagonista rechaza la oferta explicando que no es lo suficientemente bueno, que no está preparado y que seguro hay otra persona que puede hacerlo mejor.
Un ejemplo del segundo caso sería una persona que ha luchado y luchado durante un montón de tiempo para conseguir algo. Y llegado el día, ¡lo logra! Sin embargo, pasada la alegría inicial todo se desvanece. De cara al exterior todo el mundo espera más, seguro que es capaz de algo mejor. Nuestro protagonista no lo ve así: ¿cómo va a superar lo que ya ha conseguido? Inconscientemente no se ve capaz y prefiere “retirarse” del juego.
He querido recalcar la palabra INCONSCIENTEMENTE porque es la manera en la que las personas que tienen miedo al éxito se sabotean.
[Tweet “Las personas con miedo al éxito se sabotean inconscientemente.”]
Las razones por las que se da este tipo de miedos son muy variadas:
Esto es un problema para la gente que es tímida o introvertida. Saben que si logran ese objetivo van a pasar a ser personas conocidas, estarán en el punto de mira. Esa sensación o miedo a la violación de su intimidad puede llegar a ser demasiado fuerte y deciden quedarse donde están para seguir permaneciendo en un segundo plano.
Lo que hemos hablado antes. Los demás esperan más de ti tras un éxito, seguro que eres capaz de lograr algo mejor, más grande, más impactante. Al aumentar la presión exterior puede disminuir el deseo a seguir, hasta el punto incluso de llegar a hacer desaparecer esa motivación inicial.
Es inevitable. Una vez se haya logrado el objetivo puede que tengas que cambiar tus hábitos, tu modo de vida, el lugar donde vives, empezar nuevas relaciones, tener menos tiempo para los tuyos… Salir de tu zona de confort no siempre es fácil y el miedo a perder todo lo que ya has conseguido hasta ahora puede hacer que decidas dar un paso atrás, llegado el momento de saltar hacia delante.
Un poco unido a la segunda razón. La gente da por hecho que a partir de ese momento vas a tener que comportarte de una manera, han creado unas expectativas en torno a ti que, si no cumples, les causará decepción e incluso llegar a pensar que el éxito inicial pudo deberse a la suerte y a que realmente no vales tanto como ellos esperaban.
Otro de los aspectos que, inevitablemente, trae consigo el triunfo de alguien en algo son las envidias. Mucha gente es feliz criticando a los demás. Les da igual tengan razón o no, sea verdad o mentira, lo importante es buscar cualquier pequeño detalle que dé pie a poder juzgar a esa persona. Este tipo de personas no han logrado (ni lo harán) tener éxito en su vida y es su manera de sentirse mejor interiormente.
Pongámonos en un caso que muchas vais a conocer: los blogger. Empiezas a compartir tu experiencia, conocimiento, pasiones, etc en tu blog. Poco a poco la cosa va creciendo, a la gente le gusta lo que haces y terminas siendo muy conocida. Has pasado de una situación en la que si cometías un error tan sólo se enteraba tu círculo más cercano, a una situación en la que te siguen miles de lectores que están pendiente de lo que publicas en el blog, en las redes sociales, en cómo lo estás haciendo, … ¿a quién no le daría miedo esta nueva situación?
[Tweet “¿Eres blogger? Averigua si sufres de Miedo al Éxito?”]
Como ves, tener éxito implica demasiada responsabilidad para algunas personas. Desde niños nos han educado a saber enfrentarnos al fracaso, a aceptarlo, a seguir luchando. Sin embargo, no recibimos mucha formación sobre cómo llevar el éxito. Si estudias y sacas buenas notas, eres una empollona (siempre con tono despectivo). Incluso algunos padres se sienten incómodos porque “estudias demasiado y no sabes disfrutar de la vida”. Si tienes dotes de liderazgo, “te lo tienes muy creído”. Al que triunfa demasiado, termina siendo diferente y por tanto, rechazado…
Parece que nos educan más para que aprendamos a aceptar el fracaso y amoldarnos de la mejor manera a él, que a luchar por lo que queremos y aprender a esforzarnos más y más para sacar cada vez lo mejor de nosotros mismos.
Ésta es una pregunta que deberás hacerte para estar prevenida ante contratiempos que podrían surgir después de haber conseguido tu objetivo. Lo bueno es que, al conocerlos de antemano, podrás ponerle remedio.
He visto éste ejemplo por internet que podría mostrarte a qué se refiere: Imagínate que quieres adelgazar 10 kg. Una vez consigas tu objetivo, vas a estar más delgada y, quieras o no, vas a necesitar ropa de la talla nueva si no tienes. Eso va a suponer un gasto de dinero y ahora mismo estás fatal de pasta. Teniendo esto en cuenta, puedes marcar un plan para no sufrir por el tema del dinero más tarde: puedes ir ahorrando una cantidad cada mes, puedes buscar tiendas de segunda mano, puedes aprovechar las próximas rebajas, etc etc etc
El tema no es que busques excusas para no llevarlo a cabo, si no que puedas buscar soluciones con tiempo que te ayuden a disfrutar de pleno de tu éxito.
Algunas veces no logras disfrutar del éxito porque la base sobre la que estaba basada tu motivación no era buena. Por ejemplo, cuando quieres conseguir algo para demostrarle a otra persona “que tú lo vales”, “que puedes hacerlo”, “que no eres tan “xxx” como ellos decían”,…
Por lo que he leído son las llamadas: motivaciones defectuosas. No implican que lo que vayas a conseguir vaya a estar mal, simplemente que al no constituir una base sólida no te van a hacer disfrutar del éxito al 100% como hubieras querido o, por otro lado, no te van a ayudar a seguir luchando por un nuevo éxito.
Si te preocupan todos los cambios que van a llegar a tu vida tras conseguir tu objetivo, hazle frente y haz una lista de todas las cosas buenas que el éxito traerá consigo. Una buena opción además, para verlo de una manera más visual sería que crearas un Moodboard con todas esas imágenes, frases, etc que evoquen esa nueva vida que quieres conseguir (si no sabes cómo, la semana que viene te cuento cómo crear tu moodboard).
Por último, me encantaría compartir contigo una conferencia que he encontrado en TED sobre el éxito, el fracaso y cómo seguir adelante. Estoy segura que te va a encantar:
Si no puedes ver el vídeo haz click aquí.
[Tweet “El éxito, el fracaso y cómo seguir adelante.”]
¿Has sufrido alguna vez de Miedo al Éxito?
¿Cómo lograste superarlo?
¿Algún consejo para quien pueda estar sufriendo ahora por este tema?
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El post de Ayuda, ¡estoy bloqueada! – Miedo al Éxito (y después llegó el caos) aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.