Estrategia
Mentalidad
Negocios
Recursos
Cuando tu cliente ideal aterriza en tu página web, tienes tan solo 5 segundos para hacer que se enamore de ti y empiece a interesarse por tu trabajo.
Tu página actual, ¿hace que se quede
o que huya despavorido?
Categorías
Cuando tu cliente ideal aterriza en tu página web, tienes tan sólo 5 segundos para hacer que se enamore de ti y empiece a interesarse por tu trabajo.
Tu página actual, ¿hace que se quede o que huya despavorido?
¿Cuántas veces a lo largo del día te encuentras diciendo o pensando: “¡Cómo me gustaría conseguir más tiempo para mí!”?
La rutina, tus obligaciones, los compromisos que vas adquiriendo con otras personas… Te han educado para que te vuelques en cuerpo y alma a cumplir con tu trabajo y cuidar de los demás y parece que dedicar unos minutos al día a relajarte y a tus pasiones es algo que debe relegarse a un segundo o tercer plano.
Para colmo, cada vez que consigues disponer de un poco de tiempo libre terminas sintiéndote culpable por no estar haciendo “todos esos debería” que tienes anotados en tus listas de tareas, por lo que lo pospones para otro momento (que nunca llega) o no terminas de disfrutarlo plenamente.
Dedicar unos minutos cada día o de manera frecuente a hacer cosas que te gustan tiene más beneficios de los que te parece. Está demostrado científicamente que pone a trabajar zonas del cerebro que liberan serotonina, y ello te ayuda a eliminar estrés, volver a conectar con tu verdadero yo y tomar mejores decisiones alineadas con tus verdaderas necesidades.
Pero…
Te lo cuento en el siguiente vídeo:
Otros post que pueden interesarte:
Ahora que ya sabes cómo conseguir más tiempo para ti, es tu turno de ponerte a ello.
***
El post de Cómo conseguir más tiempo para ti aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Guardar
Guardar
Guardar
Guardar
Guardar
Guardar
Guardar
Guardar
Leer Más
Si hay un tema en particular que sufrimos las personas MultiApasionadas de manera periódica, es el hecho de comenzar proyectos y no terminarlos nunca.
¡Qué levante la mano a quién le haya pasado alguna vez!
Si te pasa como a mí, seguro que lo has sufrido miles de veces. Es algo que puede atormentarte durante años hasta que aceptas que está en nuestra naturaleza. A mí era algo que me hacía sufrir (y mucho) hasta que descubrí que era MultiApasionada, ví que había mucha más gente como yo y que a todas nos pasaba lo mismo.
Descubrir este hecho me hizo, no sólo aceptarlo y darme cuenta que no es algo que pueda cambiar (está en mi forma de ser y sentir la vida), si no también aprender a disfrutarlo y buscarle el lado positivo. Si te estás preguntando: “¿Lo hay?”. Pues sí y te lo voy a contar a lo largo del post.
Sin embargo, creo que hay que distinguir entre varios tipos de abandonos para saber exactamente cómo afrontarlos y ver si realmente es algo a lo que se debe poner solución o no.
Éste es uno de los casos más típicos y está en nuestra naturaleza MultiApasionada (puedes descubrir cómo funciona el Ciclo de las Pasiones aquí si no lo has leído antes).
Comienzas una nueva pasión, quieres aprenderlo todo de ella y a veces, incluso te decides a comenzar algún proyecto relacionado con esa pasión. Pero, llegado ese momento en el que algo te dice por dentro: “Ya has aprendido todo lo que necesitabas saber”, tu mente te pide centrarte en algo nuevo y la ilusión con la que ese proyecto nació, se esfuma casi de la noche a la mañana.
¿Puedes hacer algo?
Pues tengo mis dudas. Creo que tenemos una forma de ser que nos hace necesitar de ese flujo continuo de aprendizaje para no sentirnos muertas. Realmente, todos estos procesos de apasionarte por algo, aprender y volver a empezar es el combustible que te mantiene viva y feliz.
Sí, ya sé que es un coñazo tener que estar saltando de un proyecto a otro cada cierto tiempo y que los demás nos miran como diciendo: “A ver con qué me viene ésta ahora…”. Pero, párate a pensar por un momento: ¿Preferirías ser como esas personas que se conforman con cualquier cosa y que no tienen ningún tipo de aliciente en sus vidas?
Por muy mal que nos podamos sentir por toda esta vorágine de sentimientos, creo que por esos momentos de pasión y felicidad ya todo vale la pena.
Y volviendo a la pregunta: ¿Se podría hacer algo para alargar ese momento de pérdida de ilusión?
Pues yo creo que sí. Lo primero, es que tienes que ser consciente que tarde o temprano va a llegar ese momento. ¡Está en tu naturaleza MultiApasionada! Mi recomendación es que comiences a cambiar el chip: Ya que es algo que llegará en algún momento, ¿por qué no disfrutar al máximo de todo este tiempo en el que sientas viva dentro de ti esa pasión?
Una vez comienzas a disfrutar de ese proyecto al máximo, puedes intentar combinar varias de tus pasiones para dar lugar a un proyecto totalmente distinto. Eso hará que vaya evolucionando y transformándose en algo que te puede hacer disfrutar durante un montón de años y alargar así, ese momento en el que la pasión pierda fuelle y el cuerpo te pida cambiar a otro proyecto.
Creo que aquí deberías preguntarte:
Ya hemos hablado muchas veces que una MultiApasionada no puede centrarse en un único proyecto. O dicho de otra manera, no tenemos una única pasión a la que vamos a poder dedicarnos para el resto de los días y que será la que nos hará felices para siempre.
Creo que la búsqueda de “tu talento”, “tu pasión”, “tu elemento”,… nos hace mucho daño. Y es algo que lees en tantos sitios y tanta gente a tu alrededor te lo repite, que llegas a pensar que tienes un problema. Escondido entre líneas está la mentalidad de que sólo puedes tener “un (único) talento” y tienes que mentalizarte que nuestra mente nunca funcionará así.
Podrás ordenar tus ideas para ir llevando a cabo proyectos que combinen todas tus pasiones, pero no intentes engañarte pensando que eligiendo sólo una de tus pasiones podrás por fin conseguir esa felicidad y calma que anhelas. Podrías serlo durante un tiempo, antes de sufrir el primer tipo de abandono que veíamos antes.
Muchas veces, el sentirte totalmente hipnotizada ante cada nueva idea o distracción que aparece como una estrella fugaz en el firmamento se debe a que estás sufriendo el “Síndrome del Objeto Brillante”. En este post de hace un tiempo te enseñé a aprender controlarlo.
Y otras veces, la fuente del problema será la misma que la del tercer tipo de abandono.
Este tipo de abandono lo sufrí hace unos tres años y fue el causante de verme sumergida en un pozo sin fondo del que pensaba que tardaría años en salir. Por fortuna, fue precisamente el causante de que comenzará a preguntarme qué había hecho hasta entonces y qué rumbo quería darle a mi vida. Y hoy no estarías leyendo estas líneas si no fuera por ese período de cambio por el que pasé.
Hace unos cinco años decidí lanzarme a la piscina con un proyecto. Me apasioné por el mundo de las bodas y decidí dejarlo todo para abrir mi propia empresa. Cometí un error muy grande. Bueno, la verdad es que cometí unos cuantos:
Aparte de los primeros errores (que son de libro y que están muy relacionados con los siguientes tipos de abandonos), éste último es una de esas cosas que, hasta que no empiezas a vivirlas, no sabes si realmente están alineadas o no con el estilo de vida que quieres conseguir.
Cuando no has respondido a estas preguntas, con mucho detalle (y tras meditarlas mucho), surge este tipo de abandono de proyectos.
También tiene otras causas:
Cuando todo esto sucede, tu cuerpo, tu mente y sobre todo tu corazón no hacen más que lanzarte señales de alerta. Sientes que algo falla, aunque al principio no identificas (o no quieres identificar) la causa, en el fondo sabes que ese proyecto es el problema.
Has creado una especie de vínculo emocional con él y piensas que, abandonarlo, puede suponer tirar por la borda todo el tiempo y esfuerzo que has dedicado ese proyecto. Te sientes culpable: Crees que te has equivocado, que has perdido el tiempo, que te estás defraudando e incluso que vas a defraudar a los demás si lo abandonas.
Eso te lleva a sentirte obligada a tener que continuar con él. Te dices a ti misma: “Voy a darle otra oportunidad, seguro que las cosas pueden cambiar, volver a ser como antes…”. Y aunque en el fondo sepas que no va a ser así, te obligas a seguir viviendo infelizmente durante un tiempo (¡incluso años!).
Lo único que estás haciendo es:
En esta vida hay algo muy importante para sentir que has encontrado ese foco que tanto tiempo llevas buscando: Y es que tus objetivos y todo lo que hagas, esté alineado con tus sueños.
Puede parecer muy fantasioso, pero cuando te dejas llevar por la vorágine del día a día y olvidas pararte a pensar si lo que estás haciendo te está conduciendo realmente al tipo de vida que quieres, pasan estas cosas.
Cuando deseas algo de verdad luchas contra viento y marea para llevarlo a cabo.
Quizás necesitas dedicar un poco más de esfuerzo a pensar en esos problemas que pueden surgir para prevenirlos y evitar que surjan y se lleven consigo toda tu energía. O quizás tampoco tienes muy claro los objetivos que quieres conseguir con este proyecto y por ello te resistes a planificar.
Por ello, párate a pensar: ¿Realmente deseas llevar a cabo este proyecto?
Y por último, algo muy relacionado con lo anterior. Cuando realmente quieres conseguir algo, ¿a qué haces lo que haga falta por encontrar tiempo para ponerte a ello?
Quizás comenzaste ese proyecto por compromiso con algo o alguien y ya no te llena como antes (o nunca te ha apasionado demasiado).
Entonces: ¿Para qué seguir atormentándote y sintiéndote culpable por no estar haciendo nada?
En definitiva, las principales causas de que abandones proyectos sin parar, se debe a que:
Tu vida cambia y quizás la meta por la que empezaste ese proyecto ya no te sirva porque ya no tienes las mismas prioridades que tenías al principio.
Por eso es tan importante parar, reflexionar y ver si debes cambiar el rumbo hacia otros proyectos y objetivos. Es algo que recalco mucho en mi curso Activa tu Brújula Interior, en el que enseño una metodología de trabajo (la que a mí me ha funcionado) y que te ayudará a centrarte, a aprender a decidir qué proyectos e ideas elegir y cuáles no, cómo prevenir y superar las piedras del camino y en definitiva, cómo dejar de abandonar todos los proyectos que empiezas.
E igual de importante que aprender a poner solución a las causas de estos abandonos, es aprender a agradecer todo lo que estos proyectos te han aportado en tu vida y las lecciones que te han enseñado. Así que si estás en ese momento de tu vida en el que algo por dentro te grita que necesitas cambiar de rumbo, no esperes que algo o alguien tome la decisión por ti. Sé fuerte, elige hacer aquellas cosas que realmente te hacen feliz y agradece todo lo que esa etapa te ha enseñado.
No hay nada más maravilloso que echar la vista atrás y sentirte orgullosa de todas esas decisiones que has ido tomando.
***
Leer Más
Si hay un tema en particular que sufrimos las personas MultiApasionadas de manera periódica, es el hecho de comenzar proyectos y no terminarlos nunca.
¡Qué levante la mano a quién le haya pasado alguna vez!
Si te pasa como a mí, seguro que lo has sufrido miles de veces. Es algo que puede atormentarte durante años hasta que aceptas que está en nuestra naturaleza. A mí era algo que me hacía sufrir (y mucho) hasta que descubrí que era MultiApasionada, ví que había mucha más gente como yo y que a todas nos pasaba lo mismo.
Descubrir este hecho me hizo, no sólo aceptarlo y darme cuenta que no es algo que pueda cambiar (está en mi forma de ser y sentir la vida), si no también aprender a disfrutarlo y buscarle el lado positivo. Si te estás preguntando: “¿Lo hay?”. Pues sí y te lo voy a contar a lo largo del post.
Sin embargo, creo que hay que distinguir entre varios tipos de abandonos para saber exactamente cómo afrontarlos y ver si realmente es algo a lo que se debe poner solución o no.
Éste es uno de los casos más típicos y está en nuestra naturaleza MultiApasionada (puedes descubrir cómo funciona el Ciclo de las Pasiones aquí si no lo has leído antes).
Comienzas una nueva pasión, quieres aprenderlo todo de ella y a veces, incluso te decides a comenzar algún proyecto relacionado con esa pasión. Pero, llegado ese momento en el que algo te dice por dentro: “Ya has aprendido todo lo que necesitabas saber”, tu mente te pide centrarte en algo nuevo y la ilusión con la que ese proyecto nació, se esfuma casi de la noche a la mañana.
¿Puedes hacer algo?
Pues tengo mis dudas. Creo que tenemos una forma de ser que nos hace necesitar de ese flujo continuo de aprendizaje para no sentirnos muertas. Realmente, todos estos procesos de apasionarte por algo, aprender y volver a empezar es el combustible que te mantiene viva y feliz.
Sí, ya sé que es un coñazo tener que estar saltando de un proyecto a otro cada cierto tiempo y que los demás nos miran como diciendo: “A ver con qué me viene ésta ahora…”. Pero, párate a pensar por un momento: ¿Preferirías ser como esas personas que se conforman con cualquier cosa y que no tienen ningún tipo de aliciente en sus vidas?
Por muy mal que nos podamos sentir por toda esta vorágine de sentimientos, creo que por esos momentos de pasión y felicidad ya todo vale la pena.
Y volviendo a la pregunta: ¿Se podría hacer algo para alargar ese momento de pérdida de ilusión?
Pues yo creo que sí. Lo primero, es que tienes que ser consciente que tarde o temprano va a llegar ese momento. ¡Está en tu naturaleza MultiApasionada! Mi recomendación es que comiences a cambiar el chip: Ya que es algo que llegará en algún momento, ¿por qué no disfrutar al máximo de todo este tiempo en el que sientas viva dentro de ti esa pasión?
Una vez comienzas a disfrutar de ese proyecto al máximo, puedes intentar combinar varias de tus pasiones para dar lugar a un proyecto totalmente distinto. Eso hará que vaya evolucionando y transformándose en algo que te puede hacer disfrutar durante un montón de años y alargar así, ese momento en el que la pasión pierda fuelle y el cuerpo te pida cambiar a otro proyecto.
Creo que aquí deberías preguntarte:
Ya hemos hablado muchas veces que una MultiApasionada no puede centrarse en un único proyecto. O dicho de otra manera, no tenemos una única pasión a la que vamos a poder dedicarnos para el resto de los días y que será la que nos hará felices para siempre.
Creo que la búsqueda de “tu talento”, “tu pasión”, “tu elemento”,… nos hace mucho daño. Y es algo que lees en tantos sitios y tanta gente a tu alrededor te lo repite, que llegas a pensar que tienes un problema. Escondido entre líneas está la mentalidad de que sólo puedes tener “un (único) talento” y tienes que mentalizarte que nuestra mente nunca funcionará así.
Podrás ordenar tus ideas para ir llevando a cabo proyectos que combinen todas tus pasiones, pero no intentes engañarte pensando que eligiendo sólo una de tus pasiones podrás por fin conseguir esa felicidad y calma que anhelas. Podrías serlo durante un tiempo, antes de sufrir el primer tipo de abandono que veíamos antes.
Muchas veces, el sentirte totalmente hipnotizada ante cada nueva idea o distracción que aparece como una estrella fugaz en el firmamento se debe a que estás sufriendo el “Síndrome del Objeto Brillante”. En este post de hace un tiempo te enseñé a aprender controlarlo.
Y otras veces, la fuente del problema será la misma que la del tercer tipo de abandono.
Este tipo de abandono lo sufrí hace unos tres años y fue el causante de verme sumergida en un pozo sin fondo del que pensaba que tardaría años en salir. Por fortuna, fue precisamente el causante de que comenzará a preguntarme qué había hecho hasta entonces y qué rumbo quería darle a mi vida. Y hoy no estarías leyendo estas líneas si no fuera por ese período de cambio por el que pasé.
Hace unos cinco años decidí lanzarme a la piscina con un proyecto. Me apasioné por el mundo de las bodas y decidí dejarlo todo para abrir mi propia empresa. Cometí un error muy grande. Bueno, la verdad es que cometí unos cuantos:
Aparte de los primeros errores (que son de libro y que están muy relacionados con los siguientes tipos de abandonos), éste último es una de esas cosas que, hasta que no empiezas a vivirlas, no sabes si realmente están alineadas o no con el estilo de vida que quieres conseguir.
Cuando no has respondido a estas preguntas, con mucho detalle (y tras meditarlas mucho), surge este tipo de abandono de proyectos.
También tiene otras causas:
Cuando todo esto sucede, tu cuerpo, tu mente y sobre todo tu corazón no hacen más que lanzarte señales de alerta. Sientes que algo falla, aunque al principio no identificas (o no quieres identificar) la causa, en el fondo sabes que ese proyecto es el problema.
Has creado una especie de vínculo emocional con él y piensas que, abandonarlo, puede suponer tirar por la borda todo el tiempo y esfuerzo que has dedicado ese proyecto. Te sientes culpable: Crees que te has equivocado, que has perdido el tiempo, que te estás defraudando e incluso que vas a defraudar a los demás si lo abandonas.
Eso te lleva a sentirte obligada a tener que continuar con él. Te dices a ti misma: “Voy a darle otra oportunidad, seguro que las cosas pueden cambiar, volver a ser como antes…”. Y aunque en el fondo sepas que no va a ser así, te obligas a seguir viviendo infelizmente durante un tiempo (¡incluso años!).
Lo único que estás haciendo es:
En esta vida hay algo muy importante para sentir que has encontrado ese foco que tanto tiempo llevas buscando: Y es que tus objetivos y todo lo que hagas, esté alineado con tus sueños.
Puede parecer muy fantasioso, pero cuando te dejas llevar por la vorágine del día a día y olvidas pararte a pensar si lo que estás haciendo te está conduciendo realmente al tipo de vida que quieres, pasan estas cosas.
Cuando deseas algo de verdad luchas contra viento y marea para llevarlo a cabo.
Quizás necesitas dedicar un poco más de esfuerzo a pensar en esos problemas que pueden surgir para prevenirlos y evitar que surjan y se lleven consigo toda tu energía. O quizás tampoco tienes muy claro los objetivos que quieres conseguir con este proyecto y por ello te resistes a planificar.
Por ello, párate a pensar: ¿Realmente deseas llevar a cabo este proyecto?
Y por último, algo muy relacionado con lo anterior. Cuando realmente quieres conseguir algo, ¿a qué haces lo que haga falta por encontrar tiempo para ponerte a ello?
Quizás comenzaste ese proyecto por compromiso con algo o alguien y ya no te llena como antes (o nunca te ha apasionado demasiado).
Entonces: ¿Para qué seguir atormentándote y sintiéndote culpable por no estar haciendo nada?
En definitiva, las principales causas de que abandones proyectos sin parar, se debe a que:
Tu vida cambia y quizás la meta por la que empezaste ese proyecto ya no te sirva porque ya no tienes las mismas prioridades que tenías al principio.
Por eso es tan importante parar, reflexionar y ver si debes cambiar el rumbo hacia otros proyectos y objetivos. Es algo que recalco mucho en mi curso Activa tu Brújula Interior, en el que enseño una metodología de trabajo (la que a mí me ha funcionado) y que te ayudará a centrarte, a aprender a decidir qué proyectos e ideas elegir y cuáles no, cómo prevenir y superar las piedras del camino y en definitiva, cómo dejar de abandonar todos los proyectos que empiezas.
E igual de importante que aprender a poner solución a las causas de estos abandonos, es aprender a agradecer todo lo que estos proyectos te han aportado en tu vida y las lecciones que te han enseñado. Así que si estás en ese momento de tu vida en el que algo por dentro te grita que necesitas cambiar de rumbo, no esperes que algo o alguien tome la decisión por ti. Sé fuerte, elige hacer aquellas cosas que realmente te hacen feliz y agradece todo lo que esa etapa te ha enseñado.
No hay nada más maravilloso que echar la vista atrás y sentirte orgullosa de todas esas decisiones que has ido tomando.
***
Leer Más
Tenía muchas ganas de hacerle una entrevista a Gemma Fillol, creadora de la increíble comunidad de mujeres emprendedoras: Extraordinaria.
Por esas cosas del destino, Gemma se cruzó en mi camino hace unos cuatro o cinco años. Cuando acababa de comenzar en el mundo blogger con mi anterior blog sobre decoración de bodas, realicé un sorteo de una sesión preboda decorada que ganaron ella y su marido. Aún me acuerdo como si fuera ayer de todas las semanas que nos pasamos preparando su sesión y de lo bien que me lo pasé ese día.
Volví a Zaragoza con la sensación de que no iba a ser la última vez que Gemma se cruzaría en mi destino. Y así fue. Cuando años más tarde Gemma anunció que creaba Extraordinaria no me lo pensé dos veces y me uní a esta comunidad de mujeres tan fantástica y que tanto me está aportando.
Como en el caso de Maïder Tomasena (cuya entrevista puedes leer aquí), he seguido a Gemma desde sus comienzos al frente de My Event Concept y puedo asegurarte que es una auténtica luchadora y trabajadora, además de una de las mujeres con más energía que he conocido nunca. Ella ha conseguido compaginar todos sus talentos para vivir la vida que siempre ha querido y es un ejemplo fantástico si estás luchando por hacer realidad todos tus sueños.
Primero de todo te diré que el éxito para mi no viene de fuera, viene de dentro, de una misma. Tenemos tendencia a juzgar el éxito ajeno, y determinarlo según un baremo “x” (seguidores, clientes, ventas, etc.), cuando no hay nada más subjetivo que determine el significado de esta palabra. Y es que depende de lo que quieras conseguir en la vida, te marcarás unas metas o hitos y conseguirlos -o no- formará parte de tú propio éxito –y de lo que tú entiendas por este-.
Yo me considero una persona exitosa porque he conseguido alinear mi vida profesional y personal con un propósito en la vida, crear experiencias para impactar de manera positiva en otros. Trabajando muchísimo y también disfrutando, pero cuando sabes lo que quieres hacer y dónde quieres llegar, hay que ponerse manos a la obra.
[Tweet “Entrevista @MyEventConcept: “El éxito para mi no viene de fuera, viene de dentro, de una misma.””]
El camino es maravilloso cuando sientes que lo que estás haciendo está alineado con tu talento y estás ayudando, inspirando e impactando. Pero también hay muchas piedras con las que tropezar y muchas trampas en las que caer, y lo más duro es aceptar el error y volver a levantarse. Hacer frente a todos esos miedos, a los que tienes que exponerte cuando eres la cara y el corazón de tu proyecto y a la soledad en la que muchas veces te encuentras sometida cuando emprendes.
[Tweet “@MyEventConcept: “Es maravilloso cuando lo que estás haciendo está alineado con tu talento.””]
Yo creo que los he cometido todos. Además de diversa índole. He cometido errores de mensaje, de branding, de naming, errores tecnológicos –relacionados con el hosting y con ataques cibernéticos-, y los más graves para mi: de estrategia y de falta de claridad empresarial.
Pero hay algo en lo que siempre he acertado y es en ser transparente. Siempre digo que mi honestidad es mi mejor marketing, por eso estoy tranquila, porque cada error ha sido un crecimiento profesional, y un aprendizaje. Y no creo que hubiera podido evitarlos, la verdad. Creo que cagarla es de las mejores lecciones que te puedes llevar ya no solo a nivel de conocimiento si no que te da una bofetada de humildad muy necesaria. Y es que ni somos nadie, ni hay que tomarse todo tan en serio.
Sinceramente sí tengo una visión de mi vida a muy largo plazo y en ésta hago lo mismo que hoy: perseguir la felicidad, la mía y la de mi entorno. Es este tipo de egoísmo positivo que tenemos que conseguir para dar lo mejor de nosotros en todos los aspectos de la vida. Pero me interesa mucho más el presente que el futuro. Así que no me preocupa demasiado lo que vendrá más de tres meses vista, la vida da tantas vueltas…
Soy una persona con muchas ideas y a la vez muy ejecutora: lo que digo lo hago –y esto tiene su parte buena y su parte regular-, así que necesito planificar, planificar y planificar. Sin embargo soy muy flexible. Seguramente me viene de profesión, cómo event manager, siempre hay que estar preparado para lo inesperado y parte de mi talento es convertir retos en oportunidades, así que planifico pero también dejo fluir.
Por supuesto, tengo una libreta de ideas aunque normalmente las grabo en audio, con el subidón de ese momento la idea coge otra energía, y cuando la vuelves a escuchar te transportas a ese momento y su contexto. Yo soy una optimista de los pies a la cabeza y considero que todas las ideas son buenas, sin embargo mi metodología es sencilla: separo las ideas a corto plazo de las ideas a largo plazo, para implementarlas a su tiempo. Pero si han venido a la mente es por algo…
Ésta ya la he contestado antes! 😉
Para mi en este camino hay algo fundamental y es el apoyo. El apoyo es una red que te ayuda a mantenerte en pie cuando ves que pierdes el equilibrio. Es tan invisible como real, y es un catalizador de acción. Extraordinaria nace de esta visión y con esta misión. La emprendedora convive con la soledad y es importante –a parte de un entorno familiar de confianza- rodearse de profesionales que cómo ella quieran vivir de su talento. Porque sola llegarás más rápido pero acompañada llegarás más lejos. Y sí una cosa sé es que este camino no tiene fin, así que mejor disfrutar del paisaje.
[Tweet “@MyEventConcept: “Sóla llegarás más rápido, pero acompañada llegarás más lejos.””]
Nunca pongas techo a tu sueño. Yo lo puse, yo creía que hacer lo que hago ahora era totalmente imposible, hasta que me puse manos a la obra. Y de lo único que me arrepiento es de no haberlo hecho antes. Necesitas conocimiento, preparación y apoyo, pero sobre todo necesitas valentía, creer en ti. Si crees en ti, el resto es cuestión de ejecutar.
[Tweet “Entrevista @MyEventConcept: El camino detrás del éxito de Gemma Fillol.”]
¿Estás posponiendo tus sueños?
¿Sabes apreciar el presente o sólo vives pensando en el futuro?
¿Has conseguido alinear tu talento con tu profesión y lo que haces cada día?
***
(Fotografías: Lara López)
El post de El camino detrás del éxito: Gemma Fillol aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más
Uno de los trucos de los que te he hablado muchas veces en el blog es que es de vital importancia mantenerte centrada en un único objetivo antes de ponerte con uno nuevo. Y si tienes diversos proyectos entre manos de distintas áreas, la regla siempre es que el máximo de objetivos sea 3.
Sin embargo, en el día a día muchas veces es muy difícil llevar a cabo esta regla. La casa, el trabajo, los niños, los compromisos que vas adquiriendo cada día… Un montón de cosas se van acumulando e inevitablemente, cuando te das cuenta de la situación estás rodeada de listas de tareas pendientes monstruosas que han bloqueado cualquier posibilidad de retomar las riendas de tu vida.
Llegada a este punto, te sientes vulnerable y totalmente saturada. Tienes tantísimas cosas en la cabeza que te es imposible ver más allá del momento actual. Planificar a futuro se vuelve una absoluta pesadilla, ya que con sólo pensar en ello un segundo te vienen a la cabeza las trescientasmil tareas que “tienes que” hacer y todo termina tornándose negro mientras sueñas con volver a convertirte en un ser humano normal.
Así que para no sentirte mal “por no estar haciendo todas esas tareas pendientes ahora mismo”, terminas eligiendo la opción más fácil: Mirar para otro lado e ir haciendo las cosas conforme te vengan (sea o no lo más importante que deberías estar haciendo en ese momento). Es decir, terminas centrándote en las cosas urgentes “que te van golpeando” en vez de en las cosas más importantes que te pueden ayudar a avanzar realmente en tus objetivos y proyectos.
Y es que, cuando entras en el bucle de hacer sólo las cosas urgentes es muy difícil salir de él porque significa que has perdido el control por completo. Ya no eres la dueña de tu tiempo, es tu lista de tareas la que te controla a ti.
Seguramente si piensas en todos estos momentos en los que te has encontrado totalmente sobrepasada y fuera de control hay una serie de factores comunes que ocurren justo antes de llegar a esta situación.
Es imprescindible que medites sobre ello, repases los días y semanas previas a estos momentos y anotes en un cuaderno todas estas señales de advertencia para poder ponerle remedio la próxima vez que la catástrofe anuncie con aparecer en escena.
Estas señales pueden ser algo físico y mental o algo externo a ti. Por ejemplo, yo me he dado cuenta que en los momentos en los que estoy muy estresada suelo pretar la lengua contra los dientes y las mandíbulas mientras duermo. Hoy en día, cuando detecto estas señales es síntoma de que no estoy yendo por el buen camino y debo parar y recapacitar sobre lo que estoy haciendo.
Las señales también pueden ser externas. Como dejar que los papeles se vayan acumulando en la mesa, o que el montoncito de ropa sin recoger en tu habitación se haya convertido en una montaña, o que estés continuamente olvidándote de todo lo que tenías que hacer.
Todos tenemos nuestras propias señales, por lo que antes de continuar te invito a que medites sobre cuáles son las tuyas y las anotes en algún sitio al que puedas acudir siempre que necesites refrescarlas o actualizarlas.
Si te has dado cuenta que estás apunto de sobrepasar tu límite o actualmente ya lo has hecho y sientes que has perdido por completo el control, hay varias cosas que puedes hacer para reducir la presión y comenzar a corregir poco a poco el rumbo que habías tomado.
Como te contaba al principio, cuando todo está fuera de control terminas sintiéndote totalmente vulnerable. Eso puede hacerte perder los nervios con facilidad y estar más sensible a cualquier estímulo externo. Y ya sabes lo que eso puede significar: Explotar y/o echarte a llorar ante la mínima tontería.
Lo peor de ello es que esa vorágine de emociones casi siempre suele ocurrir en el peor momento y lugar posible y con la persona menos indicada. Todo ello conlleva además una pérdida de respeto por nuestro comportamiento tan poco racional.
Por eso es de vital importancia que conozcas al 100% todas tus señales de advertencia para poder anticiparte a ello.
Si detectas que estás a punto de sufrir una crisis, lo mejor es que te “refugies” en un lugar tranquilo durante un tiempo (15 minutos al menos sería lo recomendable). Concéntrate tan solo en lo siguiente: Respira lento y profundamente y mantén el aire durante 2 segundos antes de expulsarlo.
Repite este ejercicio al menos 10 veces durante los siguientes minutos. Sin prisa. Ésta sería una solución “express” ante momentos de crisis puntuales.
Algo que te ayudará a controlar esa respiración lenta y calmada será poner una mano en el estómago (cerca del diafragma) y otra en tu pecho y realizar una respiración diafragmática.
Si nunca has hecho una respiración diafragmática, aquí te dejo un vídeo dónde aparece explicado cómo hacerla. Te aconsejo que la practiques previamente para que, llegado el momento, puedas aplicarla y recuperar el control lo antes posible:
Gracias a este tipo de respiración irás notando como la tensión sale lentamente del cuerpo y te vas relajando poco a poco.
Si lo que quieres es conseguir unos resultados más amplios y comenzar a tomar el control completo de tu vida, mi recomendación es que pares al menos durante un par de días.
Durante este tiempo vas a concentrarte en actividades que no estén relacionadas con todo eso que te abruma. Tómate unas mini-vacaciones si ves que lo necesitas para desconectar por completo. Esconde el móvil, el ordenador y la tele y de todo aquello que pueda anclarte o recordarte a tus listas de tareas pendientes.
Este mini-retiro (que puedes ampliar todo lo que estimes oportuno), te ayudará a relajar la mente, a tomar perspectiva de la situación y a recolocar prioridades.
Para mí es la herramienta estrella ante cualquier situación en la que te puedas sentir agobiada. Puedes aplicarla sin necesidad de esperar a llegar a ese momento de crisis.
El ejercicio consiste en realizar un vaciado mental de todo lo que llevas en la cabeza: tareas pendientes, recordatorios, ideas, etc.
Busca ese momento en el que puedas sentarte tranquilamente. Asegúrate que nada te distrae o molesta durante este cometido. Coge (mucho) papel y boli y suelta todo lo que tengas en la cabeza. No trates de organizarlo, simplemente déjate llevar y escribe todo lo que te venga a la mente.
Intenta no asustarte cuando termines el ejercicio y mírale el lado positivo: Ahora tendrás una visión general de todas esas tareas pendientes y será mucho más fácil trabajar en ellas que cuando sólo las tenías en la cabeza o desperdigadas por mil post-it o notas.
Una vez tienes todas las tareas por escrito, ha llegado el momento de trabajar en ellas. Mi recomendación es que trabajes en el siguiente orden:
Por último, prioriza y elige: ¿Cuál es la ÚNICA cosa que puedes hacer inmediatamente para que lo demás sea más fácil?
Y por último paso, comenzar a planificar.
Coge un calendario semanal o mensual (yo trabajo siempre a tres semanas vista) y márcate de 1 a 3 tareas diarias a realizar durante los próximos días. Intenta planificar al menos lo que te gustaría hacer durante los próximos siete días, siendo siempre consciente del tiempo real del que dispones e intentando ser realista sobre el tiempo que te va a llevar hacer esas tareas.
Comienza a repetir este ejercicio todos los domingos o los lunes a primera hora de la mañana y verás como poco a poco, el estrés desaparece y vuelves a retomar el control de tu vida.
***
El post de ¿Sobrepasada por mil tareas pendientes? Soluciónalo en 4 sencillos pasos aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más
Uno de los trucos de los que te he hablado muchas veces en el blog es que es de vital importancia mantenerte centrada en un único objetivo antes de ponerte con uno nuevo. Y si tienes diversos proyectos entre manos de distintas áreas, la regla siempre es que el máximo de objetivos sea 3.
Sin embargo, en el día a día muchas veces es muy difícil llevar a cabo esta regla. La casa, el trabajo, los niños, los compromisos que vas adquiriendo cada día… Un montón de cosas se van acumulando e inevitablemente, cuando te das cuenta de la situación estás rodeada de listas de tareas pendientes monstruosas que han bloqueado cualquier posibilidad de retomar las riendas de tu vida.
Llegada a este punto, te sientes vulnerable y totalmente saturada. Tienes tantísimas cosas en la cabeza que te es imposible ver más allá del momento actual. Planificar a futuro se vuelve una absoluta pesadilla, ya que con sólo pensar en ello un segundo te vienen a la cabeza las trescientasmil tareas que “tienes que” hacer y todo termina tornándose negro mientras sueñas con volver a convertirte en un ser humano normal.
Así que para no sentirte mal “por no estar haciendo todas esas tareas pendientes ahora mismo”, terminas eligiendo la opción más fácil: Mirar para otro lado e ir haciendo las cosas conforme te vengan (sea o no lo más importante que deberías estar haciendo en ese momento). Es decir, terminas centrándote en las cosas urgentes “que te van golpeando” en vez de en las cosas más importantes que te pueden ayudar a avanzar realmente en tus objetivos y proyectos.
Y es que, cuando entras en el bucle de hacer sólo las cosas urgentes es muy difícil salir de él porque significa que has perdido el control por completo. Ya no eres la dueña de tu tiempo, es tu lista de tareas la que te controla a ti.
Seguramente si piensas en todos estos momentos en los que te has encontrado totalmente sobrepasada y fuera de control hay una serie de factores comunes que ocurren justo antes de llegar a esta situación.
Es imprescindible que medites sobre ello, repases los días y semanas previas a estos momentos y anotes en un cuaderno todas estas señales de advertencia para poder ponerle remedio la próxima vez que la catástrofe anuncie con aparecer en escena.
Estas señales pueden ser algo físico y mental o algo externo a ti. Por ejemplo, yo me he dado cuenta que en los momentos en los que estoy muy estresada suelo pretar la lengua contra los dientes y las mandíbulas mientras duermo. Hoy en día, cuando detecto estas señales es síntoma de que no estoy yendo por el buen camino y debo parar y recapacitar sobre lo que estoy haciendo.
Las señales también pueden ser externas. Como dejar que los papeles se vayan acumulando en la mesa, o que el montoncito de ropa sin recoger en tu habitación se haya convertido en una montaña, o que estés continuamente olvidándote de todo lo que tenías que hacer.
Todos tenemos nuestras propias señales, por lo que antes de continuar te invito a que medites sobre cuáles son las tuyas y las anotes en algún sitio al que puedas acudir siempre que necesites refrescarlas o actualizarlas.
Si te has dado cuenta que estás apunto de sobrepasar tu límite o actualmente ya lo has hecho y sientes que has perdido por completo el control, hay varias cosas que puedes hacer para reducir la presión y comenzar a corregir poco a poco el rumbo que habías tomado.
Como te contaba al principio, cuando todo está fuera de control terminas sintiéndote totalmente vulnerable. Eso puede hacerte perder los nervios con facilidad y estar más sensible a cualquier estímulo externo. Y ya sabes lo que eso puede significar: Explotar y/o echarte a llorar ante la mínima tontería.
Lo peor de ello es que esa vorágine de emociones casi siempre suele ocurrir en el peor momento y lugar posible y con la persona menos indicada. Todo ello conlleva además una pérdida de respeto por nuestro comportamiento tan poco racional.
Por eso es de vital importancia que conozcas al 100% todas tus señales de advertencia para poder anticiparte a ello.
Si detectas que estás a punto de sufrir una crisis, lo mejor es que te “refugies” en un lugar tranquilo durante un tiempo (15 minutos al menos sería lo recomendable). Concéntrate tan solo en lo siguiente: Respira lento y profundamente y mantén el aire durante 2 segundos antes de expulsarlo.
Repite este ejercicio al menos 10 veces durante los siguientes minutos. Sin prisa. Ésta sería una solución “express” ante momentos de crisis puntuales.
Algo que te ayudará a controlar esa respiración lenta y calmada será poner una mano en el estómago (cerca del diafragma) y otra en tu pecho y realizar una respiración diafragmática.
Si nunca has hecho una respiración diafragmática, aquí te dejo un vídeo dónde aparece explicado cómo hacerla. Te aconsejo que la practiques previamente para que, llegado el momento, puedas aplicarla y recuperar el control lo antes posible:
Gracias a este tipo de respiración irás notando como la tensión sale lentamente del cuerpo y te vas relajando poco a poco.
Si lo que quieres es conseguir unos resultados más amplios y comenzar a tomar el control completo de tu vida, mi recomendación es que pares al menos durante un par de días.
Durante este tiempo vas a concentrarte en actividades que no estén relacionadas con todo eso que te abruma. Tómate unas mini-vacaciones si ves que lo necesitas para desconectar por completo. Esconde el móvil, el ordenador y la tele y de todo aquello que pueda anclarte o recordarte a tus listas de tareas pendientes.
Este mini-retiro (que puedes ampliar todo lo que estimes oportuno), te ayudará a relajar la mente, a tomar perspectiva de la situación y a recolocar prioridades.
Para mí es la herramienta estrella ante cualquier situación en la que te puedas sentir agobiada. Puedes aplicarla sin necesidad de esperar a llegar a ese momento de crisis.
El ejercicio consiste en realizar un vaciado mental de todo lo que llevas en la cabeza: tareas pendientes, recordatorios, ideas, etc.
Busca ese momento en el que puedas sentarte tranquilamente. Asegúrate que nada te distrae o molesta durante este cometido. Coge (mucho) papel y boli y suelta todo lo que tengas en la cabeza. No trates de organizarlo, simplemente déjate llevar y escribe todo lo que te venga a la mente.
Intenta no asustarte cuando termines el ejercicio y mírale el lado positivo: Ahora tendrás una visión general de todas esas tareas pendientes y será mucho más fácil trabajar en ellas que cuando sólo las tenías en la cabeza o desperdigadas por mil post-it o notas.
Una vez tienes todas las tareas por escrito, ha llegado el momento de trabajar en ellas. Mi recomendación es que trabajes en el siguiente orden:
Por último, prioriza y elige: ¿Cuál es la ÚNICA cosa que puedes hacer inmediatamente para que lo demás sea más fácil?
Y por último paso, comenzar a planificar.
Coge un calendario semanal o mensual (yo trabajo siempre a tres semanas vista) y márcate de 1 a 3 tareas diarias a realizar durante los próximos días. Intenta planificar al menos lo que te gustaría hacer durante los próximos siete días, siendo siempre consciente del tiempo real del que dispones e intentando ser realista sobre el tiempo que te va a llevar hacer esas tareas.
Comienza a repetir este ejercicio todos los domingos o los lunes a primera hora de la mañana y verás como poco a poco, el estrés desaparece y vuelves a retomar el control de tu vida.
***
El post de ¿Sobrepasada por mil tareas pendientes? Soluciónalo en 4 sencillos pasos aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más
Me hace mucha ilusión la entrevista que te traigo esta semana. Soy seguidora de Maï (Maïder Tomasena) desde que tenía su anterior blog (Los planes de Sophie) y he visto como ha ido trabajando como una hormiguita hasta llegar a ser la gran experta en Copywriting que es ahora.
Ella conoce muy bien todo lo que implica trabajar por el éxito y su entrevista trae un montón de consejos que seguro te van a ayudar un montón en la aventura que estás recorriendo hacia tus sueños.
No me enrrollo más y te dejo con:
Pienso que están equivocados si creen que el éxito llega de un día para el otro. Somos por lo general bastante impacientes con todo lo que nos rodea. Yo la primera. Y entiendo que muchas veces nos sintamos tentados por bajar los brazos. Porque los resultados no llegan, porque el trabajo es demasiado y porque el sacrificio tiene un precio caro que no siempre estamos dispuestos a pagar. Pienso que cada uno tenemos un concepto distinto del éxito y que no debemos compararnos a los demás. Unos serán mejores que nosotros. Otros peores. De lo único que tenemos que preocuparnos es de dar todo lo que tenemos dentro de nosotros para conseguir los resultados que buscamos y que se acerquen a la visión tan personal que tenemos del éxito.
[Tweet “@maidertomasena: “El sacrificio tiene un precio caro que no siempre estamos dispuestos a pagar.””]
El camino ha tenido sus días de lluvia y sus días de buen tiempo. Pero no me puedo quejar. El aprendizaje sigue siendo constante y la actitud me acompaña en cada momento.
El mayor error lo he cometido al pensar que yo puedo hacerlo todo sola y que tener un único cliente grande y bueno sería la solución a mis problemas. Veo mi evolución en estos dos años y me veo cambiada. Hay veces que no me reconozco. He pasado de ser una autónoma que se sentía afortunada por tener un buen trabajo a una profesional con un negocio que disfruta viendo que por fin tiene la oportunidad de dar trabajo a otros.
[Tweet “Entrevista @maidertomasena: “El mayor error lo he cometido al pensar que puedo hacerlo todo sola.””]
Esos errores ahora me doy cuenta de que los podría haber evitado analizando mejor mi situación profesional. Durante un tiempo he ido en piloto automático: sin mirar la velocidad y sin comprobar si aún quedaba gasolina. Cuando tienes un negocio unipersonal es fundamental ponerte a ti como cliente principal de la empresa. Porque en cuanto entramos en la rutina, nos olvidamos de que nosotros también necesitamos de vez en cuando una puesta en marcha.
El futuro lo afronto con optimismo, nervios (de los buenos) y sentido del humor. Es importante que esto último no falte.
Hasta ahora he dejado que las cosas vayan surgiendo sin ningún orden en particular. Nunca he pedido nada y siempre me he dejado llevar por las diferentes oportunidades que han surgido. Este año estoy empezando a planificar mejor lo que quiero que ocurra.
Sí, siempre tengo un cuaderno a mano para apuntar cosas que se me van ocurriendo. Generalmente, las mejores ideas las tengo lejos del ordenador. Me he dado cuenta de que viajar me sienta de maravilla y que debería viajar más de lo que hago. Me ayuda a replantear mi negocio, los procesos y las ideas nuevas que quiero que se hagan realidad.
Seguramente estaría ahora mismo dejándome llevar y quejándome por lo que ocurre en mi vida. Me imagino trabajando por cuenta ajena en un puesto que me gusta, pero en el que no termino de sentir que estoy haciendo lo que realmente debería.
Que las personas que más me quieren hayan creído en mí antes de que yo lo hubiera visto claro. Me ha ayudado mucho tener unos padres emprendedores que me han hecho ser independiente, luchadora y constante en lo personal y profesional. Si no hubiera sido así, no creo que ahora mismo estuviera escribiendo estas líneas.
Mi consejo será el mismo que me dieron en su día: mueve el culo. En mi casa estas tres palabras me las han repetido por activa y por pasiva. Veo a demasiada gente bajar los brazos frente a la primera adversidad y me da pena. Pero por otro lado lo entiendo. Porque nos han programado para no luchar y dejarnos llevar por el rebaño. Y eso no puede ser…
Si de verdad quieres dejar de quejarte y conseguir que tu aventura (sea la que sea) se haga realidad, da el paso y pelea. Nada te caerá del cielo. Nada será fácil. Y nada habrá merecido tanto la pena.
[Tweet “Entrevista @maidertomasena: El camino detrás del éxito de Maïder Tomasena.”]
¿Has sentido alguna vez que ibas en piloto automático?
¿Cuántas veces te dejas llevar por la rutina y te olvidas de que tú eres lo primero?
¿Qué te ha parecido el camino de Maï?
Yo, sin duda, me quedo con esa última frase:
Ahora te toca a tí.
Da el paso y pelea.
***
El post de El camino detrás del éxito: Maïder Tomasena aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más
Hace unos años, cuando mi sensación día tras día podía describirse totalmente como “Caos Interior” y mi alrededor estaba gobernado por un “Caos Exterior”, sentía que debía poner foco a mi vida y cambiar el rumbo que estaba llevando hasta entonces.
Hace unos días escribí un post para el blog Partícula Traviesa. Me pidieron que fuera algo relacionado con la creatividad, el tema central del blog, así que me decidí por hablar de la relación entre Caos y Creatividad: ¿Es indispensable que exista caos para que surja la creatividad? Es una de las preguntas que hacía al principio del post (y que puedes leer aquí), justo antes de describir cómo era ese día a día caótico del que te hablaba al principcio.
Desde que escribí ese post llevo días dándole vueltas a cómo ha cambiado mi vida en tan poco tiempo. Bueno, dos años quizás pudiera parecerte bastante tiempo pero después de 30 años viviendo en un continuo desorden y tras más de diez años navegando sin rumbo, relativamente menos de 24 meses me parece un tiempo record para haber llegado al punto donde hoy me encuentro.
Por si no has leído mi historia (puedes hacerlo aquí), te contaré que con la llegada de los 30 comencé a plantearme qué había hecho con mi vida. Para nada me encontraba en el punto en el que quería estar ni era el tipo de vida que siempre me había imaginado que tendría. Fue como un momento de inflexión. La verdad, es que estaba tan feliz hasta que un día, como si me echaran un jarro de agua fría por encima, abrí los ojos, baje de las nubes y puse los pies en el suelo.
La sensación fue horrible y la verdad es que tardé muchos meses en salir de ese pozo oscuro en el que había caído. Me sentía indefensa, insegura. Podía sonreír por fuera pero en mis ojos se había apagado ese brillo que aparece cuando eres feliz. Y es que eso mismo, feliz, no me sentía para nada. Mi alrededor tampoco ayudaba mucho: “Tienes que centrarte”. Esa frase (y sus mil variantes, directas e indirectas), me llovía continuamente. Me pasé meses dándole vueltas a qué me pasaba. ¡No lo entendía! Veía a las personas de mi entorno que tenían tan claro “su propósito” en la vida, que estaban tan cómodas en sus rutinas diarias, que (aparentemente) todo iba bien…
Empecé a acudir a internet en busca de respuestas. Leyese donde leyese, parecía que todo el mundo decía que la única solución era encontrar “Tu Elemento”… ¡Arghh, qué gran error! Hasta me compré el libro de Ken Robison, en el que sólo cuenta historias de personas que tienen muy claro su (único) propósito en la vida. Ahora imagínate qué efecto puede tener eso en alguien que se encuentra totalmente perdido. Si tú también has pasado por esta etapa en algún momento de tu vida seguro que sabes a qué me refiero: Lo que hizo fue hundirme más en la miseria.
Sí. No sólo hizo que me frustrara y bloqueara más porque no era capaz de “encontrar mi elemento”, si no que hizo que perdiera unos valiosos meses de mi vida intentando buscar algo que no existe para las personas multiapasionadas: Estar centrada en una sóla cosa.
[Tweet “MultiApasionada, no pierdas el tiempo buscando un (único) propósito y disfruta de tus pasiones.”]
Yo que siempre me había sentido un bicho raro por ir saltando de pasión en pasión. Era un culo inquieto con mil pajaricos en la cabeza. ¡Pero es que me era imposible acomodarme como las personas que veía a mi alrededor!
Éstos son algunas joyas que solía oír cuando hablaba con los demás. Así que mi solución, fue dejar de expresar mis sueños y mis ideas por miedo a más “joyitas” como las anteriores (ya tenía bastante con lo que estaba lloviendo internamente como para que alguien externo le echara más leña al fuego).
Por fortuna, llegó el gran día que cambió mi vida:
Recuerdo que estaba desayunando tan tranquila cuando de pronto aterricé en la página de Puttylike y comencé a leer a otras personas que tenían las mismas inquietudes que las mías. Recuerdo que casi me atraganto con el desayuno y recuerdo que me eché a llorar. No podía parar de llorar.
Recuerdo sobre todo la sensación de paz, tranquilidad y felicidad que me invadió. No estaba sola, había más personas como yo… ¡Si hasta teníamos un nombre! MultiApasionadas
Ha llovido mucho desde ese día. Y fue justo en ese momento cuando vi la luz al final del túnel y cuando mi vida comenzó a cambiar.
[Tweet “¿Qué recuerdas del día que descubriste que eras #MultiApasionada?”]
Después de todos estos meses echo la vista atrás y me doy cuenta que he llegado a un punto en el que me siento centrada. Estoy feliz, tengo claro el rumbo que quiero darle a mi vida, estoy trabajando en conseguir todo lo que me propongo y por fin comienzo a vivir la vida que siempre había querido tener.
Llegar a este punto no ha sido fácil. Han tenido que pasar muchos meses de ensayo y error (¡y los que quedan!). He tenido que decir “adiós” a proyectos y a personas que no encajaban con mi nueva forma de pensar no-culpable y orgullosa de lo que soy. Y como te he contado mil veces a lo largo de los post que he ido escribiendo hasta ahora en el blog: VALE LA PENA
Si tú te encuentras ahora mismo en ese punto de tu vida en el que te sientes totalmente perdida, voy a contarte lo que para mí han sido los cinco puntos claves que me han hecho encontrar el foco que andaba buscando:
Tanto interior como exteriormente. Cuando comienzas a aceptarte tal y como eres y a realizar un viaje de autoconocimiento interior, comienzas al mismo tiempo a poner en orden tu caos interior. Y poco a poco (o diría que casi a la vez) el cuerpo y tu mente te piden que comiences a poner en orden en tu espacio exterior.
Si no sabes muy bien por dónde comenzar, yo empezaría creando “tu rincón” en casa. Un espacio ordenado en el que puedas sentarte a pensar en ti, a realizar ese viaje interior sin distracciones de ningún tipo.
[Tweet “Pon foco a tu vida #1: Crea TU RINCÓN en casa, sin distracciones de ningún tipo.”]
Empieza eligiendo uno, un pequeño proyecto, sólo uno, y comprométete a llevarlo hasta el final. Puede ser algo como preparar ese rincón propio en casa, apuntarte a esas clases de yoga que llevas tiempo queriendo hacer, comenzar a comer sano, levantarte una hora antes todos los días para disfrutar de un rico desayuno, salir a dar un paseo todas las tardes, probar cada día un camino nuevo para ir o volver del trabajo…
Pequeños objetivos que te obliguen a realizar un pequeño cambio en tu rutina diaria, que te obliguen a salir poco a poco del círculo vicioso (léase, zona de confort), en el que te habías acomodado. Y sin que te des cuenta, el logro de estos pequeños objetivos te hará empezar a sentirte más segura de ti misma y pondrá en marcha la maquinaria que te hará querer seguir haciendo más y más proyectos, y probar más y más cosas nuevas.
[Tweet “Pon foco a tu vida #2: Realiza pequeños proyectos que te obliguen a cambiar tu rutina diaria.”]
Una vez que comiences a abrir las puertas de tu mente que permanecían cerradas (seguramente porque tú misma las habías decidido cerrar: “Ojos que no ven, corazón que no siente”), dará comienzo ese viaje interior que te llevará a comenzar a aceptarte tal y cómo eres y te dará la fuerza necesaria para empezar a enfrentarte a tus miedos y a tus bloqueos. Te ayudará a ver cuáles son tus puntos fuertes, aprenderás a sacarles provecho, a sentirte orgullosa de ellos y empezarás a tener claro qué rumbo quieres darle a tu vida.
[Tweet “Pon foco a tu vida #3: Abre las puertas que habías cerrado y enfréntate a tus miedos.”]
Es de vital importancia que comiences a expresar lo que realmente piensas y sientes sin importarte si defraudas o no a los demás (realmente a quién te estás defraudando es a ti misma).
Y es de vital importancia que comiences a plantearte qué cosas de las que estás haciendo (o con las que te has comprometido), valen la pena realmente o no.
Tienes que abandonar el pensamiento de que estás atada de por vida a todos los compromisos que has adquirido. Tienes que dejar de decir que sí a todo lo que te propongan, sin darte tiempo a pensar si realmente es algo que está alineado con el tipo de vida que quieres tener o si te puede robar tiempo para dedicárselo a algo que realmente te valga la pena a ti, y sólo a ti.
Por ello no hay que tener miedo a decir que no. A decir que no a proyectos y a decir que no a las personas tóxicas de tu vida, las que sólo minan tu energía y tu autoestima. Hay vida más allá, realmente es lo que tu interior lleva tiempo gritándote en silencio.
[Tweet “Pon foco a tu vida #4: Cuando no expresas lo que piensas y sientes, sólo te defraudas a ti misma.”]
Va ligado a lo anterior. Si has acabado rodeándote de personas tóxicas (las que te dañan de alguna manera o las del tipo pesimista y acomodadas) necesitas eliminar las del primer tipo (las dañinas) y necesitas introducir urgentemente aire fresco en tu vida.
Y para ello no hay nada mejor que rodearte de personas que tienen las mismas inquietudes que tú, que sufren los mismos bloqueos, que te apoyen, con las que poder hablar abiertamente, sin miedo a ser juzgada y que se conviertan en compañeros de aventuras y de probar nuevas experiencias.
[Tweet “Pon foco a tu vida #5: Elimina las personas tóxicas de tu vida. Rodéade de personas creativas.”]
Estos cinco puntos clave son los que me han ayudado los últimos meses a salir del pozo, a dejar de navegar sin rumbo. Los que me han dado la patada en el culo que me hacía falta para ponerme en marcha y comenzar la aventura que estoy disfrutando hoy en día.
Hacer siempre las mismas cosas no te ayudará a eliminar de tu vida esa sensación de navegar sin rumbo. Al igual que intentar justificar tu miedo a salir de tu zona de confort poniendo mil y una excusas.
[Tweet “Deja de justificar tu miedo a salir de tu zona de confort con mil excusas.”]
Si realmente quieres poner foco a tu vida, sólo tú vas a poder hacerlo. No esperes que nadie más lo haga por ti.
Tú decides: ¿Cambias o te quedas dónde estás?
***
Comparte tu experiencia con otras MultiApasionadas en el apartado de comentarios:
¿En qué punto de tu vida te encuentras ahora mismo? ¿Estás perdida o has conseguido poner rumbo a la vida que siempre habías querido tener?
¿Cómo fue el día que descubriste que eras MultiApasionada? ¿Qué estabas haciendo? ¿Qué te pasó por la cabeza y por el corazón?
***
* El Plazo para conseguir el Bundle termina el 18 de Diciembre de 2018.
Leer Más
Hace unos años, cuando mi sensación día tras día podía describirse totalmente como “Caos Interior” y mi alrededor estaba gobernado por un “Caos Exterior”, sentía que debía poner foco a mi vida y cambiar el rumbo que estaba llevando hasta entonces.
Hace unos días escribí un post para el blog Partícula Traviesa. Me pidieron que fuera algo relacionado con la creatividad, el tema central del blog, así que me decidí por hablar de la relación entre Caos y Creatividad: ¿Es indispensable que exista caos para que surja la creatividad? Es una de las preguntas que hacía al principio del post (y que puedes leer aquí), justo antes de describir cómo era ese día a día caótico del que te hablaba al principcio.
Desde que escribí ese post llevo días dándole vueltas a cómo ha cambiado mi vida en tan poco tiempo. Bueno, dos años quizás pudiera parecerte bastante tiempo pero después de 30 años viviendo en un continuo desorden y tras más de diez años navegando sin rumbo, relativamente menos de 24 meses me parece un tiempo record para haber llegado al punto donde hoy me encuentro.
Por si no has leído mi historia (puedes hacerlo aquí), te contaré que con la llegada de los 30 comencé a plantearme qué había hecho con mi vida. Para nada me encontraba en el punto en el que quería estar ni era el tipo de vida que siempre me había imaginado que tendría. Fue como un momento de inflexión. La verdad, es que estaba tan feliz hasta que un día, como si me echaran un jarro de agua fría por encima, abrí los ojos, baje de las nubes y puse los pies en el suelo.
La sensación fue horrible y la verdad es que tardé muchos meses en salir de ese pozo oscuro en el que había caído. Me sentía indefensa, insegura. Podía sonreír por fuera pero en mis ojos se había apagado ese brillo que aparece cuando eres feliz. Y es que eso mismo, feliz, no me sentía para nada. Mi alrededor tampoco ayudaba mucho: “Tienes que centrarte”. Esa frase (y sus mil variantes, directas e indirectas), me llovía continuamente. Me pasé meses dándole vueltas a qué me pasaba. ¡No lo entendía! Veía a las personas de mi entorno que tenían tan claro “su propósito” en la vida, que estaban tan cómodas en sus rutinas diarias, que (aparentemente) todo iba bien…
Empecé a acudir a internet en busca de respuestas. Leyese donde leyese, parecía que todo el mundo decía que la única solución era encontrar “Tu Elemento”… ¡Arghh, qué gran error! Hasta me compré el libro de Ken Robison, en el que sólo cuenta historias de personas que tienen muy claro su (único) propósito en la vida. Ahora imagínate qué efecto puede tener eso en alguien que se encuentra totalmente perdido. Si tú también has pasado por esta etapa en algún momento de tu vida seguro que sabes a qué me refiero: Lo que hizo fue hundirme más en la miseria.
Sí. No sólo hizo que me frustrara y bloqueara más porque no era capaz de “encontrar mi elemento”, si no que hizo que perdiera unos valiosos meses de mi vida intentando buscar algo que no existe para las personas multiapasionadas: Estar centrada en una sóla cosa.
[Tweet “MultiApasionada, no pierdas el tiempo buscando un (único) propósito y disfruta de tus pasiones.”]
Yo que siempre me había sentido un bicho raro por ir saltando de pasión en pasión. Era un culo inquieto con mil pajaricos en la cabeza. ¡Pero es que me era imposible acomodarme como las personas que veía a mi alrededor!
Éstos son algunas joyas que solía oír cuando hablaba con los demás. Así que mi solución, fue dejar de expresar mis sueños y mis ideas por miedo a más “joyitas” como las anteriores (ya tenía bastante con lo que estaba lloviendo internamente como para que alguien externo le echara más leña al fuego).
Por fortuna, llegó el gran día que cambió mi vida:
Recuerdo que estaba desayunando tan tranquila cuando de pronto aterricé en la página de Puttylike y comencé a leer a otras personas que tenían las mismas inquietudes que las mías. Recuerdo que casi me atraganto con el desayuno y recuerdo que me eché a llorar. No podía parar de llorar.
Recuerdo sobre todo la sensación de paz, tranquilidad y felicidad que me invadió. No estaba sola, había más personas como yo… ¡Si hasta teníamos un nombre! MultiApasionadas
Ha llovido mucho desde ese día. Y fue justo en ese momento cuando vi la luz al final del túnel y cuando mi vida comenzó a cambiar.
[Tweet “¿Qué recuerdas del día que descubriste que eras #MultiApasionada?”]
Después de todos estos meses echo la vista atrás y me doy cuenta que he llegado a un punto en el que me siento centrada. Estoy feliz, tengo claro el rumbo que quiero darle a mi vida, estoy trabajando en conseguir todo lo que me propongo y por fin comienzo a vivir la vida que siempre había querido tener.
Llegar a este punto no ha sido fácil. Han tenido que pasar muchos meses de ensayo y error (¡y los que quedan!). He tenido que decir “adiós” a proyectos y a personas que no encajaban con mi nueva forma de pensar no-culpable y orgullosa de lo que soy. Y como te he contado mil veces a lo largo de los post que he ido escribiendo hasta ahora en el blog: VALE LA PENA
Si tú te encuentras ahora mismo en ese punto de tu vida en el que te sientes totalmente perdida, voy a contarte lo que para mí han sido los cinco puntos claves que me han hecho encontrar el foco que andaba buscando:
Tanto interior como exteriormente. Cuando comienzas a aceptarte tal y como eres y a realizar un viaje de autoconocimiento interior, comienzas al mismo tiempo a poner en orden tu caos interior. Y poco a poco (o diría que casi a la vez) el cuerpo y tu mente te piden que comiences a poner en orden en tu espacio exterior.
Si no sabes muy bien por dónde comenzar, yo empezaría creando “tu rincón” en casa. Un espacio ordenado en el que puedas sentarte a pensar en ti, a realizar ese viaje interior sin distracciones de ningún tipo.
[Tweet “Pon foco a tu vida #1: Crea TU RINCÓN en casa, sin distracciones de ningún tipo.”]
Empieza eligiendo uno, un pequeño proyecto, sólo uno, y comprométete a llevarlo hasta el final. Puede ser algo como preparar ese rincón propio en casa, apuntarte a esas clases de yoga que llevas tiempo queriendo hacer, comenzar a comer sano, levantarte una hora antes todos los días para disfrutar de un rico desayuno, salir a dar un paseo todas las tardes, probar cada día un camino nuevo para ir o volver del trabajo…
Pequeños objetivos que te obliguen a realizar un pequeño cambio en tu rutina diaria, que te obliguen a salir poco a poco del círculo vicioso (léase, zona de confort), en el que te habías acomodado. Y sin que te des cuenta, el logro de estos pequeños objetivos te hará empezar a sentirte más segura de ti misma y pondrá en marcha la maquinaria que te hará querer seguir haciendo más y más proyectos, y probar más y más cosas nuevas.
[Tweet “Pon foco a tu vida #2: Realiza pequeños proyectos que te obliguen a cambiar tu rutina diaria.”]
Una vez que comiences a abrir las puertas de tu mente que permanecían cerradas (seguramente porque tú misma las habías decidido cerrar: “Ojos que no ven, corazón que no siente”), dará comienzo ese viaje interior que te llevará a comenzar a aceptarte tal y cómo eres y te dará la fuerza necesaria para empezar a enfrentarte a tus miedos y a tus bloqueos. Te ayudará a ver cuáles son tus puntos fuertes, aprenderás a sacarles provecho, a sentirte orgullosa de ellos y empezarás a tener claro qué rumbo quieres darle a tu vida.
[Tweet “Pon foco a tu vida #3: Abre las puertas que habías cerrado y enfréntate a tus miedos.”]
Es de vital importancia que comiences a expresar lo que realmente piensas y sientes sin importarte si defraudas o no a los demás (realmente a quién te estás defraudando es a ti misma).
Y es de vital importancia que comiences a plantearte qué cosas de las que estás haciendo (o con las que te has comprometido), valen la pena realmente o no.
Tienes que abandonar el pensamiento de que estás atada de por vida a todos los compromisos que has adquirido. Tienes que dejar de decir que sí a todo lo que te propongan, sin darte tiempo a pensar si realmente es algo que está alineado con el tipo de vida que quieres tener o si te puede robar tiempo para dedicárselo a algo que realmente te valga la pena a ti, y sólo a ti.
Por ello no hay que tener miedo a decir que no. A decir que no a proyectos y a decir que no a las personas tóxicas de tu vida, las que sólo minan tu energía y tu autoestima. Hay vida más allá, realmente es lo que tu interior lleva tiempo gritándote en silencio.
[Tweet “Pon foco a tu vida #4: Cuando no expresas lo que piensas y sientes, sólo te defraudas a ti misma.”]
Va ligado a lo anterior. Si has acabado rodeándote de personas tóxicas (las que te dañan de alguna manera o las del tipo pesimista y acomodadas) necesitas eliminar las del primer tipo (las dañinas) y necesitas introducir urgentemente aire fresco en tu vida.
Y para ello no hay nada mejor que rodearte de personas que tienen las mismas inquietudes que tú, que sufren los mismos bloqueos, que te apoyen, con las que poder hablar abiertamente, sin miedo a ser juzgada y que se conviertan en compañeros de aventuras y de probar nuevas experiencias.
[Tweet “Pon foco a tu vida #5: Elimina las personas tóxicas de tu vida. Rodéade de personas creativas.”]
Estos cinco puntos clave son los que me han ayudado los últimos meses a salir del pozo, a dejar de navegar sin rumbo. Los que me han dado la patada en el culo que me hacía falta para ponerme en marcha y comenzar la aventura que estoy disfrutando hoy en día.
Hacer siempre las mismas cosas no te ayudará a eliminar de tu vida esa sensación de navegar sin rumbo. Al igual que intentar justificar tu miedo a salir de tu zona de confort poniendo mil y una excusas.
[Tweet “Deja de justificar tu miedo a salir de tu zona de confort con mil excusas.”]
Si realmente quieres poner foco a tu vida, sólo tú vas a poder hacerlo. No esperes que nadie más lo haga por ti.
Tú decides: ¿Cambias o te quedas dónde estás?
***
Comparte tu experiencia con otras MultiApasionadas en el apartado de comentarios:
¿En qué punto de tu vida te encuentras ahora mismo? ¿Estás perdida o has conseguido poner rumbo a la vida que siempre habías querido tener?
¿Cómo fue el día que descubriste que eras MultiApasionada? ¿Qué estabas haciendo? ¿Qué te pasó por la cabeza y por el corazón?
***
* El Plazo para conseguir el Bundle termina el 18 de Diciembre de 2018.
Leer Más
A principios de este año estuve hablando con Charo Vargas (Charuca) sobre lo importante que es luchar por tus sueños y, sobre todo, el duro trabajo que hay detrás. Mucha gente piensa que la gente que triunfa lo hace de la noche a la mañana, que esa suerte existe. Puede que sí, quizás llegues a ser una de esas personas que por cuestiones del destino ve como un día se despierta habiendo triunfado sin haberlo buscado. Pero si eres como el 99% de los mortales, ese triunfo sólo va a llegar tras llevar un tiempo trabajando.
Es lo que os cuento en mi curso online: Activa tu Brújula Interior: Mucha gente no suele parase a pensar en todo el tiempo que las personas que triunfan llevan trabajado por sus sueños, de la lucha diaria que hay que hacer. De los pasitos, tropiezos y vuelta a empezar que hay detrás de cada triunfo.
Este año quiero dedicar las entrevistas del blog a ese duro camino que hay detrás de cada sueño cumplido, ese por el que casi nadie pregunta.
Y como Charo es la primera con la que hablé del tema, me hace mucha ilusión comenzar con ella. Charo Vargas es la diseñadora que está detrás de la marca de papelería (preciosísima) CHARUCA pensada para mujeres que luchan por sus sueños, como sus preciosas agendas (aquí puedes leer la super review que he escrito de ellas) o su línea de papelería divina (como los cuadernos, bloc de notas y planificadores que encontrarás en la tienda). Así que te invito a que conozcas: El camino detrás del éxito de Charo Vargas (Charuca)
Opino que puede pasar, pero solo en un porcentaje muy muy muy pequeño de los casos. Yo desde luego no conozco ningún caso, aunque seguro que, como todo en esta vida, el éxito de la noche a la mañana tiene su lado bueno y su lado malo.
[Tweet “Entrevista @cha_ru_ca: “El éxito de la noche a la mañana tiene su lado bueno y su lado malo.””]
Mucha gente se piensa que yo acabo de llegar pero qué va, aunque la tienda online sólo lleva un año y medio abierta, le he dedicado unos 8 años de mi vida a Charuca (y espero dedicarle muchos más). Durante todo este tiempo he aprendido mucho a través de ensayo y error. Estos años han sido una época de probar cosas y descubrir qué es lo que más me gustaba, también de madurar como persona. Ha habido muchos viajes de trabajo. Trabajar con gente de otros países me ha ayudado a crecer y a conocer muy bien el mundo de la papelería. Estos años precedentes a abrir mi tienda y producir mis propios productos, aunque yo no lo sabía, eran años de aprender, de distinguir entre lo que quería hacer y lo que no, de curtirme. A partir de 2015 me siento más madura y he cogido mejor ritmo gracias a todo lo aprendido y trabajado 😉 Y ahora sigo aprendiendo, soy consciente de que aún me queda mucho por hacer.
Yo no creo en los errores. Si no hubiera hecho todas esas pruebas no habría crecido ni habría aprendido, así que no lo etiquetaría como errores cometidos sino como experiencia adquirida. En estos años he aprendido que sólo no llegas a ninguna parte, que hay que abrirse a las personas, trabajar con personas, aprender de las personas, compartir conocimientos. He aprendido que recogemos lo que sembramos. También he aprendido a decir NO porque no podemos contentar a todos, ni podemos colaborar en todo lo que nos ofrecen. He aprendido a cuidarme, a respetar mi tiempo y mi energía, a seleccionar lo que me hace sentir mejor y en lo que puedo dar más de mi. He aprendido a acercarme a las personas que me hacen sentir bien y a alejarme de las que no.
Volvemos a lo que te decía antes. Por un lado los “errores” prefiero no evitarlos ni intentar evitarlos, porque eso nos puede llevar a la parálisis y a la inacción. Hay gente que no se atreve a actuar por si falla. Hay que hacer, hay que moverse, las cosas pueden ir mejorando sobre la marcha. Si te equivocas ¡no pasa nada! los errores son experiencias muy valiosas. El error nos enseña muchísimo más que el éxito, hay que coleccionarlos, hay que tener cuantos más, mejor. La única manera de solucionarlos de verdad es cometerlos y aprender de la experiencia. Así es como crecemos de verdad. En la vida no hay atajos 🙂
[Tweet “Entrevista @cha_ru_ca: “Evitar los “errores” nos puede llevar a la parálisis y a la inacción.””]
Por otro lado, si ahora empezara de nuevo, aprovecharía un montón de recursos para emprendedoras que antes no existían, como tu propio blog, o “El cuaderno del emprendedor” de Cristina Camarena (una joyita), el grupo de Gemma Fillol “Extraordinaria” (puro subidón de energía), “Business Craft” de Elia Fibla o “La Revisión” de Oye Deb (este último también lo recomiendo muchísimo). En el último año han florecido montones y montones de recursos que te harán el camino mucho más fácil, una inversión que merece mucho la pena.
Con ilusión, ganas y curiosidad ¿por donde nos llevará la vida? No saberlo da un poco de cosilla en el estómago pero también es emocionante. Me cuido un poquito a nivel físico, para estar lo mejor de energías que me sea posible. También estoy abierta a seguir aprendiendo y mejorando.
[Tweet “Entrevista @cha_ru_ca: “¿Por dónde nos llevará la vida? No saberlo es emocionante.””]
¡Por supuesto que planifico! Precisamente por eso tengo mi marca de papelería y también precisamente por eso he creado los planificadores de mesa (diarios, semanales y mensuales) y otros productos que tengo proyectados para este año para ayudarnos a organizar nuestro tiempo. Planificar un ratito cada día nos puede ahorra mucho tiempo y ayudarnos a estar más enfocadas. Creo que manteniendo un equilibrio entre planificar y trabajar (10-90) puedes conseguir tus objetivos más fácilmente y sacar cosas de la cabeza, el espacio mental también es muy valioso.
Sí. Como me encanta escribir y siempre he sido una apasionada de la papelería bonita, tengo muchísimas libretas en las que apunto mis ideas y algunos bocetos. Las tengo siempre a la vista y utilizo mis notas y esquemas para tener una perspectiva del trabajo que voy a hacer a lo largo del año. Para mi es un placer ese momento de anotar ideas, tocar el papel… me encanta.
Hubiera sido menos madura porque no habría pasado por el aprendizaje que me ha llevado hasta aquí, no hubiera evolucionado.
Creo que lo más importante que podemos hacer en este camino es prepararnos bien a nivel emocional. Trabajar nuestros miedos, nuestras “limitaciones”. Estar muy atentas a todas las herramientas que hay a nuestro alcance y utilizar todas las que nos hagan sentir bien.
Tengo mucho más que uno, os invito a que visitéis mi blog donde publico un montón de consejos de todo tipo para compartir mis experiencias como emprendedora y ayudar a otras personas que estén haciendo este camino de emprender 😉
[Tweet “Entrevista @cha_ru_ca: El camino detrás del éxito: Charo Vargas (Charuca)”]
¿Qué te ha parecido el camino de Charo?
¿Eres de las que no avanzas por miedo a fallar o te encanta descubrir lo que te espera fuera de tu zona de confort?
***
El post de El camino detrás del éxito: Charo Vargas (Charuca) aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más
Ésta es la Gran Pregunta que nos lleva de cabeza a la gran mayoría de los MultiApasionados:
Cuando terminé el colegio y llegó el momento de elegir qué carrera estudiar lo tuve claro: Elegí la que era mi pasión en ese momento (la química). Así de feliz comencé la carrera de Ingeniería Química, disfrutaba de las clases, devoraba libros y libros sobre lo que iba aprendiendo… Hasta que, irremediablemente, llegó el día en el que perdí la pasión. Por aquel entonces no conocía el término MultiApasionada e hizo falta algún que otro pequeño empujón de mi familia y de amigas para no abandonar la carrera a falta de unas pocas asignaturas.
Terminé, con mucho esfuerzo, la ingeniería y llegó el momento de enfrentarme al mundo: ¿A qué me iba a dedicar yo ahora?
Veía a compañeros de clase que lo tenían muy claro (desde hacía tiempo además). Por contra, yo me encontraba súper perdida: la investigación, trabajar en una fábrica, en un laboratorio, en consultorías,…
No terminaba de ver clara ninguna salida. Algo me decía por dentro que no era mi camino. Pero entonces, ¿cuál era?
Así que comencé a hacer lo que muchos multiapasionados terminan sufriendo haciendo: saltar de un trabajo a otro, todos distintos, intentando encontrar “mi camino”, ese trabajo ideal que me llenara, que me hiciera feliz, que me hiciera saltar de la cama cada mañana deseando comenzar el día…
Muchas veces me he preguntado: ¿Existe ese trabajo ideal?
Si habéis leído mi presentación y mi historia (puedes leerla aquí si no lo has hecho), tuve una gran crisis cuando cumplí los 30. Fue el año en el que comencé a hacerme preguntas: ¿Qué quería hacer con mi vida? ¿Realmente iba a ser feliz por el camino que había tomado? ¿Por qué no podía dedicarme sólo a una cosa? ¿Por qué iba saltando de una pasión a otra y “no me centraba”?
Creo que de todas las fases de la vida se saca algo positivo. Y sin duda, de esa oscura etapa aprendí una de las mejores lecciones que podía tener: Era MultiApasionada, no tenía que centrarme, es algo maravilloso, hay muchísima gente como yo y muchas de ellas han logrado dedicarse a algo que les apasiona por completo.
Eso me abrió un maravilloso mundo de oportunidades y de esperanza.
Si otros multiapasionados lo han logrado. Yo también. Y algo me decía por dentro que fuera paciente, que esperase. Porque llegado el día, sabría encontrar la manera de dedicarme a algo que me hiciera feliz.
Leyendo las historias de otros multiapasionados por internet me he dado cuenta de una cosa: La mayoría tiene trabajos que evolucionan con ellos y sus pasiones. Se dedican unos años a una o varias de sus pasiones y, conforme éstas van transformándose en otras nuevas áreas de interés, muchos transforman sus trabajos y su forma de vivir a las nuevas pasiones que van llegando a sus vidas.
Y sobre todo lo que he visto es una cosa: Aprenden a disfrutar del momento, a disfrutar de cada una de sus pasiones y de las oportunidades que les brindan en cada etapa de su vida. No se sienten culpables por dedicarse hoy a hacer retiros fotográficos en lejanos países y mañana a montar una tienda de animales ecológica. No. Lo que hacen es disfrutar al máximo de cada etapa, sabiendo que es posible que llegue un día en el que ya no sientan esa pasión interior que les hizo comenzar y, sin ninguna culpa, deriven su energía a otra área de interés.
Un ejemplo conocido en el mundillo de internet es el de Deborah Marín, de OyeDeb. En la entrevista que le realicé el año pasado (puedes leerla aquí), Deb nos contaba esto:
“Aunque he tenido mil proyectos pululando a la vez en el pasado, ahora me he centrado en uno solo (oyedeb.com), pero lo he hecho de forma que dentro de la propia naturaleza del proyecto está la posibilidad de cambio continuo. Puedo permitirme explorar lo que quiera y como quiera, y atender y comunicar cualquier nuevo interés que surja, pero siempre dentro de una temática común, que es la exploración de la línea que separa la vida del trabajo especialmente cuando trabajas por tu cuenta.
La verdad, centrarme me ha servido mucho para dejar de sentirme perdida. Aunque no servía cualquier proyecto, tenía que cumplir un montón de requisitos y permitirme ser fiel a mi libertad de persona multi-apasionada.”
Deb comenzó su andadura empresarial con su proyecto handmade Dumbo. Tal y como cuenta en su web: “Poco a poco el blog y la escritura diaria se fueron adueñando de mi ilusión y mi atención hasta absorberlas completamente. Así, recuperé mi amor por la comunicación de la forma más inesperada.”
Tras montar dos empresas handmade más, Deb encontró por fin la manera de combinar sus pasiones en su proyecto actual: Oye Deb.
Los últimos días Deb ha publicado una serie de vídeos en la que nos habla de La Química Emprendedora y que está muy relacionado con el post de hoy. Ella habla en esos vídeos (puedes verlos aquí) que cuando sientes que la vida va pasando a tu alrededor y no terminas de sentirte del todo feliz, estás en “la zona gris”. Es esos momentos de los que os hablaba al principio del post, cuando sientes que no estás yendo por tu camino, que algo falla, que tu vida no te está llevando por dónde tú siempre habías querido ir.
Creo que los que tenemos ese espíritu emprendedor que nos mueve a hacer las cosas a nuestra manera, nunca seremos felices en un trabajo que nos corta las alas, que nos obliga a hacer la misma tarea repetitiva una y otra vez, que no fomenta tu creatividad. Quizás haya gente que sea feliz así. O, mejor dicho: Que se conforma con eso y piensa que es “lo que debería ser”. Pero si tienes ese gusanillo que te pica por dentro, tarde o temprano (si quieres ser verdaderamente feliz en la vida), te moverás a buscar la fórmula en la que emprender (o encontrar un trabajo) que esté hecho a tu medida, que te permita desarrollar tus pasiones, ser como eres y que te haga feliz.
Deb cuenta es sus vídeos de Tu Química Emprendedora que para encontrar esta fórmula debes tener en cuenta 4 fundamentos (ver vídeo 1):
Hay un ejercicio (vídeo 2) en el que te enseña a hacer tu propia fórmula base mezclando 14 elementos que pueden formar esa fórmula que sería única para cada una de nosotras. A mí me ha salido la siguiente fórmula base:
Y en el último vídeo, explica los siete pasos del método para encontrar la fórmula definitiva para emprender:
Cómo llevar a cabo cada uno de estos siete pasos lo explica en su curso El Ideatorio, del que te conté mi experiencia el año pasado (puedes ver el post aquí).
Cuando yo lo hice en su día me encontraba en ese momento tan oscuro del que te hablaba al principio del post, con la llegada de los 30 y en el que me sentía totalmente perdida. El Ideatorio junto con Mi Diario me ayudaron a despejar esas nubes de dudas e incertidumbre que se cernían sobre mí y a darme la patada en el culo que necesitaba para luchar por la vida que realmente quería tener.
Después de un tiempo dándole vueltas, creo que he encontrado la fórmula emprendedora perfecta para mí y que combina mis pasiones y me ayudará a vivir ese estilo de vida que siempre he querido:
Seguro que surge alguna cosa más, pero creo que esta combinación va a ayudarme a mantener siempre mi mente motivada y en continuo movimiento creativo.
Y tú, ¿has encontrado tu fórmula perfecta para emprender?
Cómo lo has logrado: ¿Has combinado varias de tus pasiones o has decidido centrarte en sólo una?
¿Has probado las dos opciones en el pasado? ¿Cómo te fue?
¿O por el contrario, necesitas ayuda para saber qué camino escoger y/o una pequeña patada en el culo para ponerte a ello?
[sf_button colour=”black” type=”sf-icon-reveal” size=”large” link=”http://bit.ly/BundleEmprendedores” target=”_blank” icon=”fa-child” dropshadow=”no” rounded=”no” extraclass=””]¡HAZTE CON EL BUNDLE YA! ¡¡PINCHA AQUÍ!![/sf_button]
[sf_icon image=”sf-im-arrow-downincircle” character=”” size=”small” cont=”no” float=”none” color=”#dfa0aa”] [Wow-Countdowns id=1]
Leer Más
Ésta es la Gran Pregunta que nos lleva de cabeza a la gran mayoría de los MultiApasionados:
Cuando terminé el colegio y llegó el momento de elegir qué carrera estudiar lo tuve claro: Elegí la que era mi pasión en ese momento (la química). Así de feliz comencé la carrera de Ingeniería Química, disfrutaba de las clases, devoraba libros y libros sobre lo que iba aprendiendo… Hasta que, irremediablemente, llegó el día en el que perdí la pasión. Por aquel entonces no conocía el término MultiApasionada e hizo falta algún que otro pequeño empujón de mi familia y de amigas para no abandonar la carrera a falta de unas pocas asignaturas.
Terminé, con mucho esfuerzo, la ingeniería y llegó el momento de enfrentarme al mundo: ¿A qué me iba a dedicar yo ahora?
Veía a compañeros de clase que lo tenían muy claro (desde hacía tiempo además). Por contra, yo me encontraba súper perdida: la investigación, trabajar en una fábrica, en un laboratorio, en consultorías,…
No terminaba de ver clara ninguna salida. Algo me decía por dentro que no era mi camino. Pero entonces, ¿cuál era?
Así que comencé a hacer lo que muchos multiapasionados terminan sufriendo haciendo: saltar de un trabajo a otro, todos distintos, intentando encontrar “mi camino”, ese trabajo ideal que me llenara, que me hiciera feliz, que me hiciera saltar de la cama cada mañana deseando comenzar el día…
Muchas veces me he preguntado: ¿Existe ese trabajo ideal?
Si habéis leído mi presentación y mi historia (puedes leerla aquí si no lo has hecho), tuve una gran crisis cuando cumplí los 30. Fue el año en el que comencé a hacerme preguntas: ¿Qué quería hacer con mi vida? ¿Realmente iba a ser feliz por el camino que había tomado? ¿Por qué no podía dedicarme sólo a una cosa? ¿Por qué iba saltando de una pasión a otra y “no me centraba”?
Creo que de todas las fases de la vida se saca algo positivo. Y sin duda, de esa oscura etapa aprendí una de las mejores lecciones que podía tener: Era MultiApasionada, no tenía que centrarme, es algo maravilloso, hay muchísima gente como yo y muchas de ellas han logrado dedicarse a algo que les apasiona por completo.
Eso me abrió un maravilloso mundo de oportunidades y de esperanza.
Si otros multiapasionados lo han logrado. Yo también. Y algo me decía por dentro que fuera paciente, que esperase. Porque llegado el día, sabría encontrar la manera de dedicarme a algo que me hiciera feliz.
Leyendo las historias de otros multiapasionados por internet me he dado cuenta de una cosa: La mayoría tiene trabajos que evolucionan con ellos y sus pasiones. Se dedican unos años a una o varias de sus pasiones y, conforme éstas van transformándose en otras nuevas áreas de interés, muchos transforman sus trabajos y su forma de vivir a las nuevas pasiones que van llegando a sus vidas.
Y sobre todo lo que he visto es una cosa: Aprenden a disfrutar del momento, a disfrutar de cada una de sus pasiones y de las oportunidades que les brindan en cada etapa de su vida. No se sienten culpables por dedicarse hoy a hacer retiros fotográficos en lejanos países y mañana a montar una tienda de animales ecológica. No. Lo que hacen es disfrutar al máximo de cada etapa, sabiendo que es posible que llegue un día en el que ya no sientan esa pasión interior que les hizo comenzar y, sin ninguna culpa, deriven su energía a otra área de interés.
Un ejemplo conocido en el mundillo de internet es el de Deborah Marín, de OyeDeb. En la entrevista que le realicé el año pasado (puedes leerla aquí), Deb nos contaba esto:
“Aunque he tenido mil proyectos pululando a la vez en el pasado, ahora me he centrado en uno solo (oyedeb.com), pero lo he hecho de forma que dentro de la propia naturaleza del proyecto está la posibilidad de cambio continuo. Puedo permitirme explorar lo que quiera y como quiera, y atender y comunicar cualquier nuevo interés que surja, pero siempre dentro de una temática común, que es la exploración de la línea que separa la vida del trabajo especialmente cuando trabajas por tu cuenta.
La verdad, centrarme me ha servido mucho para dejar de sentirme perdida. Aunque no servía cualquier proyecto, tenía que cumplir un montón de requisitos y permitirme ser fiel a mi libertad de persona multi-apasionada.”
Deb comenzó su andadura empresarial con su proyecto handmade Dumbo. Tal y como cuenta en su web: “Poco a poco el blog y la escritura diaria se fueron adueñando de mi ilusión y mi atención hasta absorberlas completamente. Así, recuperé mi amor por la comunicación de la forma más inesperada.”
Tras montar dos empresas handmade más, Deb encontró por fin la manera de combinar sus pasiones en su proyecto actual: Oye Deb.
Los últimos días Deb ha publicado una serie de vídeos en la que nos habla de La Química Emprendedora y que está muy relacionado con el post de hoy. Ella habla en esos vídeos (puedes verlos aquí) que cuando sientes que la vida va pasando a tu alrededor y no terminas de sentirte del todo feliz, estás en “la zona gris”. Es esos momentos de los que os hablaba al principio del post, cuando sientes que no estás yendo por tu camino, que algo falla, que tu vida no te está llevando por dónde tú siempre habías querido ir.
Creo que los que tenemos ese espíritu emprendedor que nos mueve a hacer las cosas a nuestra manera, nunca seremos felices en un trabajo que nos corta las alas, que nos obliga a hacer la misma tarea repetitiva una y otra vez, que no fomenta tu creatividad. Quizás haya gente que sea feliz así. O, mejor dicho: Que se conforma con eso y piensa que es “lo que debería ser”. Pero si tienes ese gusanillo que te pica por dentro, tarde o temprano (si quieres ser verdaderamente feliz en la vida), te moverás a buscar la fórmula en la que emprender (o encontrar un trabajo) que esté hecho a tu medida, que te permita desarrollar tus pasiones, ser como eres y que te haga feliz.
Deb cuenta es sus vídeos de Tu Química Emprendedora que para encontrar esta fórmula debes tener en cuenta 4 fundamentos (ver vídeo 1):
Hay un ejercicio (vídeo 2) en el que te enseña a hacer tu propia fórmula base mezclando 14 elementos que pueden formar esa fórmula que sería única para cada una de nosotras. A mí me ha salido la siguiente fórmula base:
Y en el último vídeo, explica los siete pasos del método para encontrar la fórmula definitiva para emprender:
Cómo llevar a cabo cada uno de estos siete pasos lo explica en su curso El Ideatorio, del que te conté mi experiencia el año pasado (puedes ver el post aquí).
Cuando yo lo hice en su día me encontraba en ese momento tan oscuro del que te hablaba al principio del post, con la llegada de los 30 y en el que me sentía totalmente perdida. El Ideatorio junto con Mi Diario me ayudaron a despejar esas nubes de dudas e incertidumbre que se cernían sobre mí y a darme la patada en el culo que necesitaba para luchar por la vida que realmente quería tener.
Después de un tiempo dándole vueltas, creo que he encontrado la fórmula emprendedora perfecta para mí y que combina mis pasiones y me ayudará a vivir ese estilo de vida que siempre he querido:
Seguro que surge alguna cosa más, pero creo que esta combinación va a ayudarme a mantener siempre mi mente motivada y en continuo movimiento creativo.
Y tú, ¿has encontrado tu fórmula perfecta para emprender?
Cómo lo has logrado: ¿Has combinado varias de tus pasiones o has decidido centrarte en sólo una?
¿Has probado las dos opciones en el pasado? ¿Cómo te fue?
¿O por el contrario, necesitas ayuda para saber qué camino escoger y/o una pequeña patada en el culo para ponerte a ello?
[sf_button colour=”black” type=”sf-icon-reveal” size=”large” link=”http://bit.ly/BundleEmprendedores” target=”_blank” icon=”fa-child” dropshadow=”no” rounded=”no” extraclass=””]¡HAZTE CON EL BUNDLE YA! ¡¡PINCHA AQUÍ!![/sf_button]
[sf_icon image=”sf-im-arrow-downincircle” character=”” size=”small” cont=”no” float=”none” color=”#dfa0aa”] [Wow-Countdowns id=1]
Leer Más
En el último post te hablaba de la importancia de hacer un parón cada “x” tiempo para revisar, actualizar y modificar (si es necesario) el plan que te marcaste a principio de año. Con el subidón de energía que todos tenemos al comenzar un año nuevo, solemos exagerar y pensar que nos hemos convertido en super-mujeres de la noche a la mañana. Conforme la realidad nos da un sopapo en toda la cara podemos caer en lo fácil: abandonar, pensar que no vamos a conseguirlo, que esos sueños no eran para ti…
Por eso es tan importante que vayas haciendo parones para revisar tus objetivos (mensualmente, cada trimestre, semanalmente…). Tú eliges cada cuánto quieres hacerlo. ¿El método a seguir? Revisando los 10 puntos clave (lee cómo aquí).
Una vez has modificado y actualizado tu plan, llega el segundo paso: ponerte a ello.
¿Pero cómo?
Esa es la pregunta que siempre tienes que hacerte: ¿CÓMO lo voy a lograr?
Cuando tienes decidido tu objetivo, tienes que pensar en los pasos (y mini-pasos) que puedes dar para lograrlo. En esta parte es dónde muchas personas se lían porque, al igual que veíamos a la hora de marcar los objetivos de tu plan, deciden dar unos pasos demasiado amplios, abiertos y (por tanto), cumplirlos se hace demasiado difícil porque no sabes ni por dónde empezar.
Así es cómo lo hago yo:
Una vez tienes escritos tus objetivos, los has redactado correctamente y tienes claro cuándo vas a conseguirlos (no es lo mismo “quiero perder peso” que “voy a adelgazar 10 kg”), tienes que desglosarlos en los pasos que vas a dar para lograrlos.
Mi recomendación es que siempre comiences marcándote al menos 3 pasos. Siguiendo el ejemplo anterior (adelgazar 10kg), podrían ser:
A la hora de decidir los pasos que vas a dar para realizar tu objetivo, piensa siempre en pasos que te motiven. Pueden ser duros, sabes que algunos pueden costarte mucho trabajo realizarlos pero en el fondo sabes que el esfuerzo valdrá la pena.
Por ejemplo, si correr es algo que no soportas, elige algo que te motive más: dar una vuelta con la bici (te encantan los parques de tu ciudad y sería una buena oportunidad para verlos más a menudo), hacer excursiones (te encanta la montaña, la aventura), windsurf (te encanta el mar)…
Hay muchas opciones. No te limites a “lo que todo el mundo o mis amigos suelen hacer”. Puedes incluso unirlo a algo relacionado con otro de tus objetivos: ¿Quieres conocer gente nueva? ¿Salir de tu zona de confort? ¡Apúntate a alguna actividad que puedas hacer en grupo! … ¿Te has marcado un objetivo de leer x libros? Hazlo en el parque, tras dar la vuelta en bici por él…
Muchas veces nuestros objetivos pueden complementarse. Es cuestión de darle algunas vueltas y ver de qué manera puedes unirlos. También puedes compaginarlos con cosas que te gustan, así, al premiarte tras realizar un paso te auto-motivas para seguir adelante con el plan (por ejemplo: terminar la jornada en el gimnasio con pasar una hora en su spa o dándote un masaje).
Has decidido que vas a adelgazar 10kg haciendo los pasos anteriores. Muchas personas se bloquean llegadas a este punto. ¿Por qué? Porque no dividen sus pasos.
El truco para que conseguir algo sea más fácil es dividirlo y dividirlo y dividirlo hasta que consigas un mini-paso que no se pueda dividir más.
Por ejemplo, volvemos a uno de los pasos anteriores: “Comer más sano”
Tienes que volver a preguntarte: ¿Cómo puedo lograrlo?
Podría ser algo así:
Los anteriores serían mini-pasos para llevar a cabo el paso de comer más sano. Sin embargo, no tienes que pararte aquí. Tienes que seguir dividiendo esos mini-pasos en pasitos aún más y más pequeños, preguntándote y preguntándote sin parar: ¿Cómo, dónde, cuándo, cuál… puedo lograrlo? ¿Qué necesito?
Por ejemplo: Hacer un curso de comida sana
No des por hecho que eres tú la que se va a encargar de hacer todos los pasos y mini-pasos. Seguramente habrá alguno que no dependa de ti o que tengas que encargárselo a otra persona.
Anota siempre en tu plan quién se encarga de ese mini-paso. Y anota siempre un pequeño recordatorio antes de la fecha límite que hayas marcado para recordarle (a esa persona) cómo va con el tema y si ya lo ha terminado.
Como vimos la semana pasada, debido a nuestra naturaleza multiapasionada y cambiante y a los imprevistos que pueden surgir por el camino, no conviene obsesionarse con las fechas límite o la fecha “en la que ya deberíamos haber hecho” esto y esto otro.
Si tu objetivo es por ejemplo preparar un cumpleaños, un examen,… en casos así, sí. Márcate siempre unas fechas en las que cada paso debe estar hecho para que no te pille el toro. Si es que no, puedes poner algo aproximado o un periodo más amplio (mes de febrero, verano,…) o no poner nada.
Como hemos comentado muchas veces. No tenemos una bola de cristal que nos enseñe cuándo habremos logrado algo. Y la mejor manera de no desilusionarnos con el tiempo es centrarnos en el camino, en los pasos que estamos dando y saber que estamos yendo hacia nuestro objetivo. Sin prisa, pero sin pausa.
Llevo unos días leyendo un libro que comienza con una imagen parecida a esto:
Obsérvala y dime: ¿Qué te sugiere? ¿Qué quiere decir?
El dibujo no puede ser más claro:
La imagen de la izquierda eres tú intentando hacerlo todo. Has ideado un Super Plan para 2016 y te has puesto con ello. Estás orgullosa porque cada día vas haciendo cosas, vas dando pequeños pasos para conseguirlo. Sin embargo, tienes una extraña sensación. Algo no va bien, no tienes la sensación de estar avanzando. Al contrario, te encuentras super perdida… ¿qué está fallando?
Volvemos a la imagen. Ahí estás tú, dando muchos pasitos hacia tus objetivos… hacia todos tus objetivos. Hoy avanzas un poquito en éste, mañana en éste otro,… ¿El resultado? Estás dando tantos pasos en todas direcciones que no avanzas. ¡Es imposible que te muevas!
La imagen de la derecha sin embargo es justo lo contrario: Ahí estás tú, centrada en dar muchos pasos (o pocos), pero todos en la misma dirección. ¿El resultado? Te has decidido por un objetivo y vas a por ello. Y, casi sin darte cuenta, estás avanzando un montón. Rápido, o lento. Eso da igual, porque cada día sientes que la meta está más cerca. Te sientes segura y feliz porque vas viendo los resultados.
***
¿Con qué dibujo de identificas?
¿Estás avanzando en la dirección correcta o estás dando tumbos de un lado para otro como un pato mareado?
¿Tienes problemas a la hora de desglosar tus objetivos?
¿Te atascas y no sabes cómo avanzar?
***
El post de Aprende a trazar un buen plan (2ª parte) aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más
Hay una pregunta que me habéis repetido muchas en los correos que me mandáis. Me la habéis planteado de diversas maneras pero el trasfondo siempre es el mismo:
¿Cómo consigues llegar a todo?
Y últimamente se añade: ¡¡Y con dos bebés!!
He estado meditando sobre el tema. Creo que la mayor parte de los planes que fracasan se debe a que no están bien planteados. Y como la base no es buena, inevitablemente surgen problemas e inconvenientes que te hacen frustrarte, perder el tiempo e incluso abandonar ese sueño que con tanta ilusión empezaste.
¿Sabes a qué me refiero?
[Tweet “La mayor parte de los planes fracasan porque no están bien planteados. Aprende cómo hacerlo correctamente.”]
Hoy quiero explicarte cómo planteo mis planes y, nada mejor, que mostrártelo a través del ejemplo sobre cómo he planteado mis propósitos para 2016.
En este post te explico más detalladamente de dónde vienen mis objetivos pero en resumen, mis objetivos para 2016 son:
Puede que mis objetivos se parezcan a los tuyos (e incluso que compartamos alguno), así que hoy voy a darte los puntos claves que tienes que aplicar a la hora de desarrollar tu plan:
Importantísimo y básico, pero que muchas veces se nos olvida. Y es que parece sencillo, pero muchas veces eliges objetivos porque los demás te los imponen (conscientemente o no) y caes en la trampa de creer que debes hacerlos porque será bueno para ti, para tu futuro,…
Estudiar un idioma, ponerte en forma, estudiar una carrera porque es una costumbre familiar, apuntarte a algún curso o actividad porque tus amigas lo han hecho,..
Escucha tu interior: ¿Realmente es algo que te motiva, que te mueres por hacer, que no te deja dormir por las noches?
Elegir objetivos que no te hacen sentir ese miedo y cosquilleo en tu interior no es una buena elección. No significa que no sea bueno para ti, es sólo que corres el riesgo de tropezar con la primera piedra que te encuentres en el camino y que no quieras levantarte. Es decir, que ante el primer obstáculo (aunque sea pequeño), te desmotives y lo abandones.
Hemos hablado muchas veces de ello. Sabes que por nuestra naturaleza multiapasionada tendemos a abandonar muchos proyectos a mitad (por desmotivación, porque hemos descubierto otro tema que nos apasiona más temporalmente,…), así que elegir objetivos que realmente te motiven te ayudará a que se convierta en el combustible que te hará falta para continuar en los momentos de bajón.
Lo que comentaba en el último párrafo. En los momentos de bajón, de tropiezos, en los que te encuentras con imprevistos que te impiden avanzar todo lo rápido que querías, necesitarás recordar porqué comenzaste ese objetivo.
En la Agenda MultiApasionada tienes marcadas una serie de preguntas que te ayudarán en estos momentos y que también te ayudarán a prevenir los posibles imprevistos para que incluyas sus soluciones dentro del plan de cada objetivo.
Así que, en la fase en la que estás eligiendo los objetivos pregúntate y siempre ponlo por escrito: ¿Por qué es importante este objetivo? ¿En qué te va a ayudar?
Otro de los puntos básicos de los que hemos hablado muchas veces, sobre todo en el Reto Zen to Done.
Tres es el número mágico. Tres es el máximo de objetivos a llevar a cabo simultáneamente.
Y si realmente quieres conseguirlos, lo mejor siempre es centrarte en ellos de uno en uno.
Una pregunta que también soléis hacerme mucho es: ¿Y cuándo termine esos objetivos? Pues cuando vayas consiguiendo alguno, lógicamente puedes elegir otro. Terminas uno, puedes elegir uno nuevo. Pero lo dicho: mi consejo es que te centres en uno e ir a por ello (para no caer en la tentación de dejarte llevar por la novedad de la nueva meta y abandonar las anteriores).
Qué quiere decir esto. Dime si no te ha pasado alguna vez que llega un día y de pronto te preguntas: “¿Pero qué he hecho con mi vida?”
Es muy importante que los pasos que des hoy te conduzcan a dónde quieres estar mañana.
[Tweet “Es muy importante que los pasos que des hoy te conduzcan a dónde quieres estar mañana.”]
Por eso te recomiendo que hagas un ejercicio de visualización y pienses cómo quieres que sea tu vida de aquí a 3, 5, 10 años. Imagina esa vida ideal y en lo que te gustaría haber conseguido. (Si no sabes cómo hacerlo, en Tu Cuaderno de Viaje tienes varios ejercicios que te ayudarán a lograrlo).
¿Qué puedes hacer hoy que te ayude a conseguir ese sueño?
Éste es un punto fundamental: Un objetivo mal redactado es sinónimo de fracaso absoluto.
Te hablé de este punto hace justo un año y te enseñé varios ejemplos de mal redactado-bien redactado (puedes ver el post completo aquí).
Olvídate de los: “Me encantaría estudiar bellas artes”, “Ojalá ganase la lotería”, “Me gustaría estar más delgada”, “Siempre he soñado con tener una tienda”,…
Todo lo anterior, nada más que meras frases de sueños sin compromiso real. Escribiendo así tus objetivos te limitas a suspirar por ellos como cuando un enamorado piensa en esa persona tan deseada. Si realmente quieres conseguirlos, tienes que estar convencida de ello (recuerda, punto nº 1: estar motivada) y marcarte un objetivo que se pueda palpar, que se pueda medir y saber cuándo lo has conseguido o cuándo tienes que seguir trabajando por ello:
“Voy a estudiar bellas artes”, “Voy a montar una floristería”, “Voy a perder 3 kg”,…
Puede parecer una tontería, pero no lo es.
Quiero que hagas una cosa. Llegados a este punto, coge los objetivos que te habías marcado para este 2016 y haz lo siguiente:
Una vez que has sentado bien las bases de tu plan, ha llegado el momento de redactar unos buenos pasos que te ayuden a llevarlo a cabo (y que no se conviertan en un impedimento).
Si te fijas en mis objetivos (ser más creativa, más ordenada y que NINC tenga un aspecto más profesional) incumplen totalmente el punto 5, así que voy a corregirlos y a trabajarlos para que veas cómo tienes que hacerlo si también has planteado alguna de tus metas como yo.
Trabajar mi creatividad: Como hemos visto antes, como objetivo está mal redactado. Viendo el punto 2, se le puede dar la vuelta y decir que hacer “x cosas, actividades, prácticas, etc” me ayudarán a ser más creativa. Por lo tanto, tengo que definir qué cosas me ayudarían en este fin.
Quizás puedas pensar que así escrito tampoco está tan mal. Así que te lanzo esta pregunta: ¿Existe un nivel de creatividad máximo al que llegar? Es decir, ¿cómo puedo saber si soy más creativa o no qué antes? ¿Cómo sé que he alcanzado mi objetivo?
Así planteado, es más bien difícil, ¿verdad?
Lo mismo pasa con todas las metas que te hayas planteado de una manera tan abierta. Revisa si tienes alguna y si se da el caso, pasamos al segundo paso: volver a redactarlas correctamente.
Por tanto, si ser más creativa es la finalidad de mi objetivo a corto, medio y/o largo plazo. ¿Cuáles serían realmente unos buenos objetivos que me ayudasen a conseguirlo? O, dicho de otra manera: ¿Cómo podría lograr ser más creativa?
Así es cómo me lo he planteado:
De momento me planteo 9 objetivos que pueden ayudarme a ser más creativa. Nueve objetivos que además son medibles. Es decir, que cuando termine de hacer el curso de Snail Mail voy a saber, objetivamente hablando, que esa meta está cumplida.
Llegado a este punto es dónde mucha gente comete uno de los grandes errores: querer hacer todo (a la vez) y no simplificar.
Fíjate en los objetivos nº 3 (practicar fotografía 1 vez/semana), 5 (leer), 7 (dedicar 30min/semana a escribir). Éstos requieren la adquisición de un nuevo hábito por mi parte, ya que ahora mismo no hago regularmente ninguna de esas actividades. Por tanto, no puedo pretender que de la noche a la mañana me dé tiempo a hacer lo que nunca he hecho: hacer (y terminar) cursos, poner en práctica los ejercicios correspondientes, fotografiar, retocar, subir a redes sociales, leer, escribir,…
Lo mismo en tu caso. No puedes pretender cambiar tu vida de la noche a la mañana. Todo lleva un proceso y todo requiere su tiempo.
[Tweet “No pretendas cambiar tu vida de la noche a la mañana. Todo lleva un proceso y requiere su tiempo.”]
En el caso de los hábitos, ya sabes, necesitas hacerlo al menos durante 21 días seguidos para poder decir que has adquirido el hábito (los últimos estudios dicen que necesitas al menos 66 días). Eso, cuando lo consigas, porque a ese tiempo tienes que sumarle el que tardes en adquirir ese hábito (conseguirlo a la primera no es fácil, suele requerir un tiempo de ensayo y error para ver lo que mejor te funciona).
* NOTA: Puedes leer más sobre cómo adquirir un hábito en el ebook que te regalo al suscribirte al newsletter (si ya estás suscrita, revisa tu email porque he mandado el enlace para descargarlo en la newsletter de esta semana).
¿Con esto a dónde quiero llegar?
Al siguiente punto clave:
Sí, los expertos te dicen que los objetivos tienen que tener una fecha límite para llevarlos a cabo.
Te recomiendo que lo apliques en el 100% de los casos que tengas que hacer algo antes de un evento (un cumpleaños, una presentación, un examen, una fiesta,…). En estos casos sí, sin dudarlo planifica con una fecha límite porque si no te pillará el toro.
Para el resto de casos, no te pongas una fecha límite. ¿Por qué? Porque va a ser la única manera de que no te agobies y no te sientas culpable por no haberlo conseguido “a tiempo”. Un tiempo que normalmente suele ser un poco fantasioso. No me digas que no te has puesto nunca el típico objetivo de: “Quiero ganar 3.000€ al mes (este año, en tres años,…)”. ¡Y no te digo que no lo vayas a conseguir! Si te pones convencida a ello lo conseguirás seguro. Es sólo, que no sabes cuándo.
Lo que quiero decir es que a la hora de marcarte objetivos no tienes una bola de cristal que te diga cuándo vas a conseguirlo. Es algo que te cuento en Tu Cuaderno de Viaje: Lo importante es que te centres en los pasos que vas a ir dando para conseguirlo, que disfrutes del camino, hasta que un día, sin darte cuenta, levantarás la cabeza y te darás cuenta que, poco a poco, lo has conseguido.
[Tweet “No te pongas fechas límite para cumplir tus objetivos. Aprende a disfrutar del camino.”]
Por eso, siguiendo con mi ejemplo de la creatividad, no me pongo fecha. Este año mi finalidad es trabajar mi creatividad y para ello con haber conseguido alguno de los 9 objetivos anteriores, ya podré decir felizmente que soy un poco más creativa que el año anterior.
¿Cómo voy a hacerlo?
Pues como marca el punto 3: eligiendo un máximo de 3 objetivos a llevar a la vez. Y con la norma de que hasta que no realice uno, no puedo empezar con otro.
En mi caso, como los otros dos objetivos que me había marcado también son abstractos y generales (ser más ordenada y que Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos tenga un aspecto más profesional), he realizado la revisión de la misma manera que el fin de ser más creativa y he establecido una serie de metas medibles y objetivas que me ayudarán a ir midiendo mis progresos.
Objetivos que me ayudarán a ser más ordenada:
Objetivos que me ayudarán a que Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos tenga un aspecto más profesional:
¿Ves la metodología de trabajo? Termina de revisar tus metas abstractas y redacta los objetivos que te ayudarán a conseguir ese sentimiento o característica que quieres lograr algún día.
El siguiente paso, decidir un máximo de tres objetivos para llevarlos a cabo. En mi caso, he comenzado el año con estos tres:
Elige tus tres primeros objetivos y recuerda la norma: hasta que no consigas uno, no puedes elegir otro.
Éste es otro de los puntos claves que también recomienda el método Zen to Done: Comparte tus objetivos públicamente.
Puedes comentárselos a un amigo, a la familia, a tu pareja, a un grupo de emprendedoras, a todos tus seguidores de twitter,… A quién quieras, pero díselo a alguien.
Y no termina ahí la cosa. No basta con decirlo: Tienes que contarle a esas mismas personas tus progresos. ¿Por qué? Porque así, en cierta manera, te estarás obligando a pensar en ello, a hablar de ello, a recordarte porqué querías hacerlo, a darte cuenta de todo lo que vas consiguiendo y finalmente, a tener a alguien con quién celebrarlo.
***
Por hoy, termina esta primera parte del tutorial para que aprendas como planificarte correctamente. En el próximo post te enseñaré a elegir y redactar los pasos y mini-pasos para conseguir los objetivos que te has marcado y mensualmente, rendiré cuentas contigo a través del newsletter y te iré contando mis avances con mis objetivos.
¿Has tenido que corregir tu plan para los próximos meses?
¿Qué te ha parecido el post de hoy?
¿También te habías marcado unos objetivos demasiado generales?
¿Alguno de los objetivos no te motivaba realmente?
***
El post de Aprende a trazar un buen plan (1ª parte): Los 10 puntos claves aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más
Hay una pregunta que me habéis repetido muchas en los correos que me mandáis. Me la habéis planteado de diversas maneras pero el trasfondo siempre es el mismo:
¿Cómo consigues llegar a todo?
Y últimamente se añade: ¡¡Y con dos bebés!!
He estado meditando sobre el tema. Creo que la mayor parte de los planes que fracasan se debe a que no están bien planteados. Y como la base no es buena, inevitablemente surgen problemas e inconvenientes que te hacen frustrarte, perder el tiempo e incluso abandonar ese sueño que con tanta ilusión empezaste.
¿Sabes a qué me refiero?
[Tweet “La mayor parte de los planes fracasan porque no están bien planteados. Aprende cómo hacerlo correctamente.”]
Hoy quiero explicarte cómo planteo mis planes y, nada mejor, que mostrártelo a través del ejemplo sobre cómo he planteado mis propósitos para 2016.
En este post te explico más detalladamente de dónde vienen mis objetivos pero en resumen, mis objetivos para 2016 son:
Puede que mis objetivos se parezcan a los tuyos (e incluso que compartamos alguno), así que hoy voy a darte los puntos claves que tienes que aplicar a la hora de desarrollar tu plan:
Importantísimo y básico, pero que muchas veces se nos olvida. Y es que parece sencillo, pero muchas veces eliges objetivos porque los demás te los imponen (conscientemente o no) y caes en la trampa de creer que debes hacerlos porque será bueno para ti, para tu futuro,…
Estudiar un idioma, ponerte en forma, estudiar una carrera porque es una costumbre familiar, apuntarte a algún curso o actividad porque tus amigas lo han hecho,..
Escucha tu interior: ¿Realmente es algo que te motiva, que te mueres por hacer, que no te deja dormir por las noches?
Elegir objetivos que no te hacen sentir ese miedo y cosquilleo en tu interior no es una buena elección. No significa que no sea bueno para ti, es sólo que corres el riesgo de tropezar con la primera piedra que te encuentres en el camino y que no quieras levantarte. Es decir, que ante el primer obstáculo (aunque sea pequeño), te desmotives y lo abandones.
Hemos hablado muchas veces de ello. Sabes que por nuestra naturaleza multiapasionada tendemos a abandonar muchos proyectos a mitad (por desmotivación, porque hemos descubierto otro tema que nos apasiona más temporalmente,…), así que elegir objetivos que realmente te motiven te ayudará a que se convierta en el combustible que te hará falta para continuar en los momentos de bajón.
Lo que comentaba en el último párrafo. En los momentos de bajón, de tropiezos, en los que te encuentras con imprevistos que te impiden avanzar todo lo rápido que querías, necesitarás recordar porqué comenzaste ese objetivo.
En la Agenda MultiApasionada tienes marcadas una serie de preguntas que te ayudarán en estos momentos y que también te ayudarán a prevenir los posibles imprevistos para que incluyas sus soluciones dentro del plan de cada objetivo.
Así que, en la fase en la que estás eligiendo los objetivos pregúntate y siempre ponlo por escrito: ¿Por qué es importante este objetivo? ¿En qué te va a ayudar?
Otro de los puntos básicos de los que hemos hablado muchas veces, sobre todo en el Reto Zen to Done.
Tres es el número mágico. Tres es el máximo de objetivos a llevar a cabo simultáneamente.
Y si realmente quieres conseguirlos, lo mejor siempre es centrarte en ellos de uno en uno.
Una pregunta que también soléis hacerme mucho es: ¿Y cuándo termine esos objetivos? Pues cuando vayas consiguiendo alguno, lógicamente puedes elegir otro. Terminas uno, puedes elegir uno nuevo. Pero lo dicho: mi consejo es que te centres en uno e ir a por ello (para no caer en la tentación de dejarte llevar por la novedad de la nueva meta y abandonar las anteriores).
Qué quiere decir esto. Dime si no te ha pasado alguna vez que llega un día y de pronto te preguntas: “¿Pero qué he hecho con mi vida?”
Es muy importante que los pasos que des hoy te conduzcan a dónde quieres estar mañana.
[Tweet “Es muy importante que los pasos que des hoy te conduzcan a dónde quieres estar mañana.”]
Por eso te recomiendo que hagas un ejercicio de visualización y pienses cómo quieres que sea tu vida de aquí a 3, 5, 10 años. Imagina esa vida ideal y en lo que te gustaría haber conseguido. (Si no sabes cómo hacerlo, en Tu Cuaderno de Viaje tienes varios ejercicios que te ayudarán a lograrlo).
¿Qué puedes hacer hoy que te ayude a conseguir ese sueño?
Éste es un punto fundamental: Un objetivo mal redactado es sinónimo de fracaso absoluto.
Te hablé de este punto hace justo un año y te enseñé varios ejemplos de mal redactado-bien redactado (puedes ver el post completo aquí).
Olvídate de los: “Me encantaría estudiar bellas artes”, “Ojalá ganase la lotería”, “Me gustaría estar más delgada”, “Siempre he soñado con tener una tienda”,…
Todo lo anterior, nada más que meras frases de sueños sin compromiso real. Escribiendo así tus objetivos te limitas a suspirar por ellos como cuando un enamorado piensa en esa persona tan deseada. Si realmente quieres conseguirlos, tienes que estar convencida de ello (recuerda, punto nº 1: estar motivada) y marcarte un objetivo que se pueda palpar, que se pueda medir y saber cuándo lo has conseguido o cuándo tienes que seguir trabajando por ello:
“Voy a estudiar bellas artes”, “Voy a montar una floristería”, “Voy a perder 3 kg”,…
Puede parecer una tontería, pero no lo es.
Quiero que hagas una cosa. Llegados a este punto, coge los objetivos que te habías marcado para este 2016 y haz lo siguiente:
Una vez que has sentado bien las bases de tu plan, ha llegado el momento de redactar unos buenos pasos que te ayuden a llevarlo a cabo (y que no se conviertan en un impedimento).
Si te fijas en mis objetivos (ser más creativa, más ordenada y que NINC tenga un aspecto más profesional) incumplen totalmente el punto 5, así que voy a corregirlos y a trabajarlos para que veas cómo tienes que hacerlo si también has planteado alguna de tus metas como yo.
Trabajar mi creatividad: Como hemos visto antes, como objetivo está mal redactado. Viendo el punto 2, se le puede dar la vuelta y decir que hacer “x cosas, actividades, prácticas, etc” me ayudarán a ser más creativa. Por lo tanto, tengo que definir qué cosas me ayudarían en este fin.
Quizás puedas pensar que así escrito tampoco está tan mal. Así que te lanzo esta pregunta: ¿Existe un nivel de creatividad máximo al que llegar? Es decir, ¿cómo puedo saber si soy más creativa o no qué antes? ¿Cómo sé que he alcanzado mi objetivo?
Así planteado, es más bien difícil, ¿verdad?
Lo mismo pasa con todas las metas que te hayas planteado de una manera tan abierta. Revisa si tienes alguna y si se da el caso, pasamos al segundo paso: volver a redactarlas correctamente.
Por tanto, si ser más creativa es la finalidad de mi objetivo a corto, medio y/o largo plazo. ¿Cuáles serían realmente unos buenos objetivos que me ayudasen a conseguirlo? O, dicho de otra manera: ¿Cómo podría lograr ser más creativa?
Así es cómo me lo he planteado:
De momento me planteo 9 objetivos que pueden ayudarme a ser más creativa. Nueve objetivos que además son medibles. Es decir, que cuando termine de hacer el curso de Snail Mail voy a saber, objetivamente hablando, que esa meta está cumplida.
Llegado a este punto es dónde mucha gente comete uno de los grandes errores: querer hacer todo (a la vez) y no simplificar.
Fíjate en los objetivos nº 3 (practicar fotografía 1 vez/semana), 5 (leer), 7 (dedicar 30min/semana a escribir). Éstos requieren la adquisición de un nuevo hábito por mi parte, ya que ahora mismo no hago regularmente ninguna de esas actividades. Por tanto, no puedo pretender que de la noche a la mañana me dé tiempo a hacer lo que nunca he hecho: hacer (y terminar) cursos, poner en práctica los ejercicios correspondientes, fotografiar, retocar, subir a redes sociales, leer, escribir,…
Lo mismo en tu caso. No puedes pretender cambiar tu vida de la noche a la mañana. Todo lleva un proceso y todo requiere su tiempo.
[Tweet “No pretendas cambiar tu vida de la noche a la mañana. Todo lleva un proceso y requiere su tiempo.”]
En el caso de los hábitos, ya sabes, necesitas hacerlo al menos durante 21 días seguidos para poder decir que has adquirido el hábito (los últimos estudios dicen que necesitas al menos 66 días). Eso, cuando lo consigas, porque a ese tiempo tienes que sumarle el que tardes en adquirir ese hábito (conseguirlo a la primera no es fácil, suele requerir un tiempo de ensayo y error para ver lo que mejor te funciona).
* NOTA: Puedes leer más sobre cómo adquirir un hábito en el ebook que te regalo al suscribirte al newsletter (si ya estás suscrita, revisa tu email porque he mandado el enlace para descargarlo en la newsletter de esta semana).
¿Con esto a dónde quiero llegar?
Al siguiente punto clave:
Sí, los expertos te dicen que los objetivos tienen que tener una fecha límite para llevarlos a cabo.
Te recomiendo que lo apliques en el 100% de los casos que tengas que hacer algo antes de un evento (un cumpleaños, una presentación, un examen, una fiesta,…). En estos casos sí, sin dudarlo planifica con una fecha límite porque si no te pillará el toro.
Para el resto de casos, no te pongas una fecha límite. ¿Por qué? Porque va a ser la única manera de que no te agobies y no te sientas culpable por no haberlo conseguido “a tiempo”. Un tiempo que normalmente suele ser un poco fantasioso. No me digas que no te has puesto nunca el típico objetivo de: “Quiero ganar 3.000€ al mes (este año, en tres años,…)”. ¡Y no te digo que no lo vayas a conseguir! Si te pones convencida a ello lo conseguirás seguro. Es sólo, que no sabes cuándo.
Lo que quiero decir es que a la hora de marcarte objetivos no tienes una bola de cristal que te diga cuándo vas a conseguirlo. Es algo que te cuento en Tu Cuaderno de Viaje: Lo importante es que te centres en los pasos que vas a ir dando para conseguirlo, que disfrutes del camino, hasta que un día, sin darte cuenta, levantarás la cabeza y te darás cuenta que, poco a poco, lo has conseguido.
[Tweet “No te pongas fechas límite para cumplir tus objetivos. Aprende a disfrutar del camino.”]
Por eso, siguiendo con mi ejemplo de la creatividad, no me pongo fecha. Este año mi finalidad es trabajar mi creatividad y para ello con haber conseguido alguno de los 9 objetivos anteriores, ya podré decir felizmente que soy un poco más creativa que el año anterior.
¿Cómo voy a hacerlo?
Pues como marca el punto 3: eligiendo un máximo de 3 objetivos a llevar a la vez. Y con la norma de que hasta que no realice uno, no puedo empezar con otro.
En mi caso, como los otros dos objetivos que me había marcado también son abstractos y generales (ser más ordenada y que Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos tenga un aspecto más profesional), he realizado la revisión de la misma manera que el fin de ser más creativa y he establecido una serie de metas medibles y objetivas que me ayudarán a ir midiendo mis progresos.
Objetivos que me ayudarán a ser más ordenada:
Objetivos que me ayudarán a que Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos tenga un aspecto más profesional:
¿Ves la metodología de trabajo? Termina de revisar tus metas abstractas y redacta los objetivos que te ayudarán a conseguir ese sentimiento o característica que quieres lograr algún día.
El siguiente paso, decidir un máximo de tres objetivos para llevarlos a cabo. En mi caso, he comenzado el año con estos tres:
Elige tus tres primeros objetivos y recuerda la norma: hasta que no consigas uno, no puedes elegir otro.
Éste es otro de los puntos claves que también recomienda el método Zen to Done: Comparte tus objetivos públicamente.
Puedes comentárselos a un amigo, a la familia, a tu pareja, a un grupo de emprendedoras, a todos tus seguidores de twitter,… A quién quieras, pero díselo a alguien.
Y no termina ahí la cosa. No basta con decirlo: Tienes que contarle a esas mismas personas tus progresos. ¿Por qué? Porque así, en cierta manera, te estarás obligando a pensar en ello, a hablar de ello, a recordarte porqué querías hacerlo, a darte cuenta de todo lo que vas consiguiendo y finalmente, a tener a alguien con quién celebrarlo.
***
Por hoy, termina esta primera parte del tutorial para que aprendas como planificarte correctamente. En el próximo post te enseñaré a elegir y redactar los pasos y mini-pasos para conseguir los objetivos que te has marcado y mensualmente, rendiré cuentas contigo a través del newsletter y te iré contando mis avances con mis objetivos.
¿Has tenido que corregir tu plan para los próximos meses?
¿Qué te ha parecido el post de hoy?
¿También te habías marcado unos objetivos demasiado generales?
¿Alguno de los objetivos no te motivaba realmente?
***
El post de Aprende a trazar un buen plan (1ª parte): Los 10 puntos claves aparece primero en Nuevas Ideas, Nuevos Comienzos.
Leer Más